Los familiares de los más de 20 presos políticos detenidos en las celdas de la Dirección de Auxilio Judicial (DAJ), conocido como «El Chipote», informaron que a los rehenes de conciencia detenidos en ese centro les mejoraron las condiciones carcelarias, según expresaron los opositores tras las tres visitas que la dictadura de Daniel Ortega y Rosario Murillo autorizó en el mes de diciembre del 2022.
Según un comunicado de los parientes de presos políticos, a los rehenes de conciencia les han permitido más horas de patio sol, que en los más de 17 meses detenidos les habían limitado o eran casi nulas; les aumentaron las raciones de alimentación; permitieron el cambio de colchonetas que ya estaban desgastadas desde que están encerrados y el uso de frazadas para que se protejan del frío.
«Durante las visitas se nos informó que en este periodo se ha garantizado debidamente el derecho a patio sol y las raciones de comida han aumentado. Asimismo, en varios casos se ha permitido el ingreso de mejores colchonetas, frazadas y almohadas, lo cual esperamos se extienda a todas las personas presas políticas», señala la declaración oficial del grupo de familiares de presos políticos detenidos desde mayo de 2021.
En la nota los parientes de los rehenes de conciencia dicen que confían que «estos derechos serán garantizados o mantenidos para todos y todas».
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Sobre las tres visitas se llevaron a cabo el siete, 24 y 31 de diciembre, señalan que «se realizaron en un ambiente de cordialidad y respeto, según derecho. Durante estas visitas no hubo requisas agresivas y se utilizaron los medios tecnológicos apropiados para llevar a cabo las revisiones pertinentes», como en ocasiones anteriores donde fueron vulnerados sus derechos humanos.
«Nuestras oraciones, fuerzas y energías continúan puestas en que cada una de las más de 236 personas presas políticas puedan abrazar a sus familias en su hogar. Nuestra convicción sigue siendo la libertad inmediata, con todas las garantías y derechos. Cada paso en esa dirección y por el respeto a la dignidad humana es un avance bienvenido», afirman los familiares de los presos políticos.
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Ortega y Murillo emprendieron una cacería de opositores de mayo a noviembre de 2021 en la víspera de las elecciones presidenciales. En esa brutal arremetida encarceló a dirigentes estudiantiles, líderes campesinos, candidatos presidenciales, activistas de derechos humanos, feministas, periodistas, analistas políticos y miembros de la oposición. Según el Mecanismo para el Reconocimiento de las Personas Presas Políticas, Ortega mantiene tras las rejas a 236 opositores en las cárceles del país y todos son sometidos a tratos crueles, inhumanos y degradantes.