Los países de la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América-Tratado de Comercio de los Pueblos (ALBA-TCP), cerraron filas este miércoles para denunciar en La Habana las “injerencias” y “campañas cobardes” para desestabilizar a los gobiernos de izquierdas en la región.
Uno de ellos fue el dictador de Venezuela, Nicolás Maduro, quien repudió las campañas contra el régimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo de gobiernos, también de izquierda, a los que tildó de “cobardes”.
“Repudiamos las campañas contra Nicaragua de una izquierda cobarde, que pretende erigirse en ejemplo que no tienen, en pueblo que no tienen, en su soledad pretenden exponer su cobardía como la última Pepsi cola del desierto, cobardes son y cobardes se quedarán y Nicaragua seguirá su camino del Frente Sandinista de Liberación Nacional”, expresó Maduro durante la cumbre del Alba.
A juicio de Maduro, los miembros de la ALBA han soportado “conspiraciones, agresiones, campañas internas y externas”.
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Aunque el mandatario venezolano no especificó a qué gobiernos de izquierdas se refiere, este podría ser un ataque directo al presidente de Chile, Gabriel Boric, a Gustavo Petro, de Colombia, e incluso al presidente de Argentina, Alberto Fernández, que son los de “izquierda” que han denunciado y cuestionado al régimen orteguista por el encarcelamiento de opositores, defensores de derechos humanos, periodistas, líderes campesinos, empresarios, dirigentes estudiantiles y aspirantes presidenciales.
El 24 de noviembre pasado, el presidente chileno afirmó en un discurso en el Senado de México que “Latinoamérica no se puede callar” ante las violaciones de derechos humanos en la región y denunció de manera expresa la situación de los “presos políticos” en Nicaragua.
Por su parte, el 9 de septiembre, el canciller de Colombia, Álvaro Leyva, aclaró que la ausencia de su país en la última resolución que se aprobó el pasado 12 de agosto en la OEA sobre la crisis de Nicaragua, se debió a “acciones humanitarias” en favor de los presos políticos de la dictadura Ortega-Murillo y enfatizó que su gobierno “de ninguna manera está con el señor Ortega”.
Mientras que Argentina, en octubre pasado trascendió que la justicia de ese país inició una investigación contra Ortega-Murillo, así como otros nueve de sus funcionarios, para determinar si cometieron delitos de lesa humanidad, especialmente en el contexto de las protestas sociales de 2018, que dejaron a más de 325 ciudadanos asesinados.
Díaz-Canel se solidariza con Ortega
El mandatario cubano, Miguel Díaz-Canel por su parte rechazó “contundentemente” los ataques y “medidas coercitivas” que según él se han impuesto contra el régimen de Nicaragua. “Trasladamos nuestro respaldo al comandante presidente Daniel Ortega Saavedra”, dijo escuetamente.
Asimismo, atacó el argumento de Estados Unidos para excluir a Cuba, Nicaragua y Venezuela de la Cumbre de las Américas por no ser democráticos y afirmó que “los problemas más graves de América Latina y el Caribe, como las causas de la migración, el desarrollo económico, la desigualdad, el racismo, la discriminación, la transferencia de tecnología, son tan solo un espectáculo publicitario dirigido a la politiquería interna de Estados Unidos”.
La ALBA cuenta actualmente con diez miembros: Antigua y Barbuda, Bolivia, Cuba, Dominica, Granada, Nicaragua, San Cristóbal y Nieves, Santa Lucía, San Vicente y las Granadinas, y Venezuela; y tres invitados especiales (Haití, Siria y Surinam).