La hija del cronista deportivo y preso político Miguel Mendoza, Alejandra, continúa demandando que el régimen Ortega-Murillo le permita ver a su padre después de más de 500 días sin ningún tipo de comunicación. Esta vez, la menor de ocho años lamenta que Mendoza no haya podido acompañarla en el cierre de año escolar que finalizó como excelencia académica.
«¡Hola, papi! Hoy obtuve el primer lugar, estoy muy feliz y a la vez muy triste porque no estuviste conmigo, ojalá pudiera darte un abrazo y un beso. ¡Te extraño mucho! ¡Mi corazón no puede ser feliz sin ti! ¡Te amo papi, necesito verte!», expresa el mensaje enviado por Alejandra Mendoza a su padre.
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«Nuevamente, Alejandra culminó su año escolar con excelencia académica y sin la presencia de su padre, quien ha sido su inspiración. Su expresión cuando se enteró que obtuvo el primero lugar: “Deseo con todo mi corazón que mi papi, estuviera conmigo”», expresaron sus familiares en redes sociales.
El periodista deportivo había iniciado huelga de hambre con el objetivo de ver a su hija, pero fue suspendida por la promesa de que le permitiría tener comunicación con Alejandra. Tras la visita familiar del pasado 19 de noviembre, Miguel Mendoza dijo a sus familiares que la idea de que le autorizarían ver a su hija fue un «engaño» porque la visita no se ha concretado. «Él está triste, esperanzado con ver a Alejandra. Le carcome esa situación de no poder ver a su familia», dijo Cristopher Mendoza, sobrino del periodista encarcelado el 21 de junio de 2021.
El periodista y crítico del régimen Ortega y Murillo fue encarcelado en medio de una cacería de dirigentes gremiales. Fue declarado culpable por los delitos de conspiración para cometer menoscabo a la integridad nacional y propagación de noticias falsas, a través de leyes represivas dirigidas contra opositores. La justicia de Ortega y Murillo lo condenó a nueve años de cárcel.
Según denuncian de sus familiares, la menor ha presentado «crisis de ansiedad a causa de esta separación forzosa. Demandamos que le permitan verlo, es una niña y tiene derechos», exigió la familia de Mendoza en las cuentas sociales del periodista.
Durante su encierro, Miguel Mendoza ha perdido más de 30 libras de peso y cuando fue presentado en los juzgados de Managua se notó delgado. Sus familiares han denunciado que padece varias enfermedades que no son atendidas por un médico especialista, situación que se repite con todos los detenidos en las celdas de la dictadura de Nicaragua.