Los cuerpos de los nicaragüenses Melvin Alexander Zelaya Hurtado y José Antonio García Ramírez, que perecieron ahogados en el río Bravo, fueron repatriados el sábado, 27 de noviembre, así lo informó la organización Texas Nicaraguan Community.
Las cenizas de Zelaya y el cuerpo de García fueron enviadas en un vuelo de la aerolínea Avianca, mismo que aterrizó a las nueve de la mañana, en el Aeropuerto Internacional Augusto C. Sandino, en Managua.
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Ambos cuerpos permanecieron en la morgue de Laredo, Texas; en Estados Unidos; desde el 26 de mayo. Ese día, los ciudadanos intentaron cruzar el río Bravo, pero fueron arrastrados por las aguas.
«Damos nuestras condolencias y fortaleza a la familia. Ya están en nuestra patria sus restos, podrán darle cristiana sepultura», expresó la organización que ha apoyado a familias que han tenido que buscar la forma de repatriar a migrantes que han fallecido.
Al igual que estos dos ciudadanos, otros nicaragüenses han perdido la vida intentando cruzar el río Bravo, en su intento de llegar a Estados Unidos. Muchos ha decidido migrar por razones económicas o por la persecución que el régimen de Daniel Ortega ha ejecutado contra opositores.
Consulado, «inerte» en casos de repatriación
Por otra parte, Texas Nicaraguan Community ha denunciado con anterioridad que el Consulado de Nicaragua en Houston no les atendió llamadas ni correos a los familiares de los afectados para darles mayores instrucciones del proceso y en Nicaragua, en Gobernación, no tienen conocimiento de los trámites, ya que el Consulado no ha emitido ningún informe. «El trabajo del cónsul Samuel Trejos que no ha movido un dedo para que esto pueda llevarse a cabo», denuncian.
El diplomático Samuel Trejos es el encargado del Consulado de Nicaragua en Houston, Texas, Estados Unidos; y por Ley, la delegación nicaragüense es quien debe intervenir en el proceso de repatriación de los cuerpos de los connacionales fallecidos en territorio norteamericano.
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Actualmente, Nicaragua ocupa el tercer puesto entre los países que más migrantes envía a Estados Unidos, solo superada por Guatemala y Honduras. Más de una veintena de nicaragüenses han perecido tras intentar llegar a EE. UU. Algunos mueren al cruzar el río Bravo, otros son víctimas de extorsión o secuestro.
Antes de estas repatriaciones, el último cuerpo en ser trasladado a Nicaragua fue el del migrante Eliazar Josué Pérez Quintero, de 32 años, fallecido el siete de octubre en un accidente de tránsito en el municipio de Sabinas, Coahuila, en México.
