El opositor y exdiputado liberal Pedro Joaquín Chamorro Barrios cumple este siete de noviembre 500 días de haber sido tomado como preso político de la dictadura de Daniel Ortega y Rosario Murillo. El régimen lo mantuvo en prisión por 10 meses y luego lo envió a su vivienda a detención domiciliaria.
Su familia y diversas organizaciones de derechos humanos han demandando la libertad inmediata del preso político de 71 años, a quien el régimen Ortega-Murillo acusó primeramente de presunto menoscabo a la soberanía y luego lo vinculó con otros ilícitos en el mismo caso contra su hermana, la exaspirante presidencial Cristiana Chamorro.
Según organizaciones de familiares de presos políticos, Chamorro se encontraba en mal estado de salud, con pérdida de peso y síntomas de enfermedades crónicas, debido a los tratos inhumanos y degradantes a los que son sometidos los dirigentes opositores encarcelados en la Dirección de Auxilio Judicial (DAJ), conocida como «El Chipote».
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Chamorro Barrios fue detenido arbitrariamente el viernes, 25 de junio, cerca de la medianoche. Antes del secuestro, una camioneta con policías vigilaba su vivienda desde las ocho de la noche en el condominio Palma Real, ubicado en Managua. Después llegó un contingente de policías en vehículos para allanar el inmueble y ocupar algunas de sus pertenencias.
Antes de ser encarcelado exigió de forma constante la libertad de su hermana, la exaspirante presidencial Cristiana Chamorro Barrios, y responsabilizó al régimen Ortega-Murillo por lo que le pudiera pasar. Pedro Joaquín también había manifestado la posibilidad de postularse a la Presidencia de Nicaragua.
La noche del 11 de marzo, Chamorro fue declarado culpable por el supuesto delito de gestión abusiva, falsedad ideológica, apropiación y retención indebida desde la extinta Fundación Violeta Barrios de Chamorro (FVBCh). Fue condenado a nueve años de cárcel e inhabilitado para ejercer cargos públicos por el mismo periodo, tras un maratónico juicio político realizado a puertas cerradas.
Además de Pedro Joaquín está también presa su hermana Cristiana, sus primos Juan Sebastián Chamorro y el gerente general de la Prensa, Juan Lorenzo Holmann Chamorro, todos considerados presos políticos de la dictadura de Daniel Ortega.