El padre Edwing Román denunció que en Nicaragua existe una Iglesia perseguida, en referencia a la Iglesia católica que es víctima de la deriva autoritaria de la dictadura de Daniel Ortega y Rosario Murillo.
El régimen Ortega Murillo, desde 2018, ha tensado las relaciones con la Iglesia en medio de la crisis sociopolítica. El dictador acusó a los obispos católicos de dirigir un «intento de golpe de Estado» al presentarle una ruta a seguir para que resolver la crisis, lo que Ortega calificó como una «cartilla» para que dejara la Presidencia.
Desde entonces el dictador ha emprendido un ataque sistemático contra la Iglesia, sus obispos, sacerdotes, diáconos y laicos. Ortega ordenó la profanación de templos religiosos como la Catedral de Managua, la Basílica Menor de San Sebastián en Diriamba y una serie de capillas y parroquias en todo el país.
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«En Nicaragua existe una iglesia perseguida por la dictadura de Daniel Ortega y Rosario Murillo con un obispo (Silvio Báez) y sacerdotes exiliados, un obispo (Rolando Álvarez) que desconocemos dónde y cómo lo tienen, además de sacerdotes encarcelados injustamente. Es nuestra realidad», escribió el sacerdote en su cuenta de la red social Twitter.
La represión estatal contra la Iglesia católica en Nicaragua ha dejado a unos 55 sacerdotes exiliados, dos desterrados y múltiples procesos judiciales contra contra una decena de religiosos, entre sacerdotes, seminaristas y laicos, revela el VII Informe Contra la Tortura del Colectivo de Derechos Humanos Nicaragua Nunca Más.
El capítulo «Persecución contra la Iglesia Católica» explica que el régimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo ha ordenado la cancelación de la personalidad jurídica de 29 Organizaciones No Gubernamentales de carácter religioso en los últimos dos meses, cuando se intensificaron los ataques de la dictadura contra la Iglesia en Nicaragua.
«Los ataques contra la iglesia católica en el país se han intensificado al punto de impedir actividades religiosas y tradicionales, encarcelamiento de sacerdotes, obispos y laicos, y aumento de la violencia en general contra la iglesia», destaca el informe. El documento explica que el Estado de Nicaragua ha aumentado su «trilogía despótica judicial», al acusar, juzgar e insultar a los sacerdotes y religiosos.
El pasado 28 de septiembre, en un discurso virulento durante el 43 aniversario de la Policía, el dictador Daniel Ortega catalogó a la Iglesia católica de ser «una dictadura perfecta», y refirió que no pueden hablar de democracia cuando hasta el mismo papa es impuesto por un grupo de religiosos.