La madrina de la presa política nicaragüense Tamara Dávila, Mariana Gómez del Campo, senadora mexicana y presidenta de la Organización Demócrata Cristiana de América (ODCA), urgió al secretario general de la Organización de los Estados Americanos (OEA), Luis Almagro, que no abandone el seguimiento de la crisis sociopolítica de Nicaragua, en especial, la situación de las personas rehenes de conciencia son víctimas de tratos crueles, inhumanos y degradantes.
Gómez del Campo entregó una carta dirigida a Luis Almagro en la sede de la OEA en México, según explicó en un video que publicó en su cuenta de la red social Twitter. La senadora es parte de la campaña Rompiendo Cadenas de Casla Institute. A través de diversas acciones, políticos de alto perfil de diversos países, demandan la liberación de los presos políticos de Nicaragua, Cuba y Venezuela. Además, denuncian la dramática situación que viven sus «ahijados» en prisión para lograr su libertad.
«Tamara Dávila tiene casi año y medio privada de su libertad por el régimen de Ortega en Nicaragua, en donde su salud e integridad física se ha visto afectadas. Yo me comprometí a ser la voz de Tamara, por lo que le solicité al secretario general de la OEA que no abandone el seguimiento del estado de salud ni tampoco la situación jurídica de las y los presos políticos», enfatizó Gómez del Campo.
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La política mexicana hizo un llamado a la pareja dictatorial conformada por Daniel Ortega y Rosario Murillo para que «cese las violaciones a los derechos humanos tanto de Tamara (Dávila) como de las demás personas que hoy están privadas de su libertad». «Basta de impunidad. Las dictaduras destruyen. Hay que ponernos del lado de las presas y presos políticos», exhortó.
Tamara Dávila fue detenida el 12 de junio de 2021. La dictadura de Nicaragua decidió encarcelar a Dávila por supuestamente violar la Ley 1055 o Ley de Soberanía. La acusó y condenó a ocho años de prisión por el supuesto delito de «conspiración para el menoscabo de la integridad nacional» y «traición a la patria».
La dictadura la señaló de transgredir la Ley 1055, Ley de Soberanía, una herramienta jurídica aprobada por los diputados de la dictadura para perseguir, encarcelar y enjuiciar a los opositores del régimen Ortega-Murillo.
Dávila fue presentada el pasado 31 de agosto en los Juzgados de Managua, en las fotos y videos difundidos por los medios de propaganda de la dictadura lució muy delgada, con ojeras y estragos físicos por las torturas que recibe desde hace más de un año de encierro en las celdas de la Dirección de Auxilio Judicial (DAJ), conocida como «El Chipote».