Los familiares de la opositora y presa política Tamara Dávila informaron, en conferencia de prensa, del primer encuentro este sábado, 20 de agosto, con su hija de seis años, en la Dirección de Auxilio Judicial (DAJ) en Managua, luego de 14 meses de no verla.
En un comunicado leído por Ana Lucía Álvarez, hermana de la rea de conciencia, la familia de Tamara Dávila señaló que la dictadura le permitió la visita luego que Dávila inició una huelga de hambre para exigir el cumplimiento del derecho de las visitas.
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«Esta primera visita se logró después de solicitudes verbales constantes ante las autoridades de la Dirección de Auxilio judicial, la interposición de siete recursos judiciales, gestiones adicionales en todas las instancias, y numerosas campañas impulsadas por personas y grupos solidarios», señala la misiva.
Recordaron que «no hay ninguna justificación legal para que se le negara a una niña de 6 años ese derecho durante más de 14 meses, ya que las visitas y la comunicación son derechos contenidos en las leyes nacionales y convenciones Internacionales…».
Támara Dávila: «Estoy feliz de ver finalmente a mi hija»
Los familiares de la también integrante de la Unión Democrática Renovadora (Unamos) relataron que Dávila expresó que «estoy feliz de ver finalmente a mi hija, esto debió haber sucedido desde el primer día como es nuestro derecho».
«Una sola visita no es suficiente. Exijo que se permitan de inmediato visitas y llamadas regulares de todos los hijos e hijas menores y con discapacidad a sus madres y padres presos políticos, incluyendo a quienes se encuentren fuere del país», demandó la secuestrada política, según la nota publicada por su familia.
En cuanto a la condición física de Támara Dávila, su familia afirma que está «fuerte, digna y feliz por el encuentro con su hija. Sin embargo, nos preocupa que a pesar de que en la visita anterior había reportado un aumento en las cantidades de la comida, estas condiciones cambiaron inmediatamente al finalizar les visitas, por lo que ha tenido una perdida de peso notable, que incrementó debido a la huelga de hambre que comenzó el 15 de agosto».
Por otra parte señalaron que el encuentro fue muy emotivo y que a pesar de la presencia de la Policía armada, la menor ha sabido madurar debido a la situación difícil que atraviesa su madre. «A la niña la hemos ido preparando y más cuando fue testigo de la violación a los derechos de Tamara. A final de la visita ella le dijo: “mama nos vemos pronto”».
Demandan permitir visitas cada 15 días
Los familiares de Dávila y demás presos políticos exigen a la dictadura permitir de inmediato una visita de todos los niños, niñas y jóvenes a sus padres y madres presas políticas y una videollamada de los niños y niñas que se encuentran fuera del país.
También demandan garantizar visitas regulares cada 15 días y y llamadas telefónica semanales con familiares, lo que incluye niños y niñas menores de edad y jóvenes con discapacidad como lo establecen las leyes de Nicaragua.
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A su vez llaman al régimen a autorizar a comisiones de de derechos humanos y al Comité de la Cruz Roja Internacional el ingreso a la Dirección de Auxilio Judicial «para constatar el estado de salud de nuestros familiares».
Víctima de la represión de Ortega
La opositora fue detenida el 12 de junio de 2021. La dictadura de Nicaragua decidió encarcelar a Dávila por supuestamente violar la Ley 1055 o Ley de Soberanía. La acusó y condenó a ocho años de prisión por el supuesto delito de «conspiración para el menoscabo de la integridad nacional» y «traición a la patria».
Desde finales de mayo del 2021, la dictadura emprendió una voraz arremetida contra sus críticos que acabó en juicios políticos donde los declaró culpables y los condenó a varios años de cárcel, en promedio, las condenas rondan entre los ocho a 13 años de prisión.
Esta sería la primera ocasión en que la dictadura de Daniel Ortega permite a una menor visitar a un preso político cautivo en «El Nuevo Chipote». Los familiares del periodista Miguel Mendoza siguen de igual manera demandando les permitan poder llevar a sus hijos para que vean a sus padres.
Por otra parte, este mismo día el hijo del preso político y exaspirante presidencial Miguel Mora, pudo ser visitado por su hijo «Miguelito», un joven de 21 años que presenta una discapacidad motora, y a quien no veía desde el 20 de junio de 2021, luego que fuera secuestrado por segunda ocasión.
Se desconoce si la dictadura de Nicaragua seguirá permitiendo que los hijos de los reos de conciencia puedan visitarlos en las celdas de «El Nuevo Chipote» o fue únicamente por esta vez, en el contexto represivo contra la Iglesia católica.
