El régimen de Daniel Ortega aprovechó su participación ante la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) para continuar su línea de ataques contra Estados Unidos, a quien culpa de supuestas «agresiones imperialistas»; en referencia, las sanciones impuestas principalmente por ese país en rechazo a las violaciones a los derechos humanos cometidas en Nicaragua.
«Como es bien sabido, Nicaragua, históricamente ha resistido agresiones imperiales, que se manifiestan en las llamadas sanciones, que son ilegales, arbitrarias, unilaterales, y que, como sucede con otros hermanos países, tienen el objetivo de ahogarnos económicamente, todo lo contrario de lo que se ha hablado en este período de sesiones», refirió el embajador nicaragüense en Argentina, Carlos Midence, en el 39 periodo de sesiones de la Cepal.
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El representante de Ortega subrayó la situación «vulnerable» en la que se encuentra el país, remarcando los eventos naturales que «afectan gravemente nuestras economías», por lo que consideran que el país debe estar siempre en el foco de reflexión de la organización económica internacional.
Recientemente el país centroamericano fue impactado por el paso del huracán Julia, en la etapa conclusiva sobre los daños causados presentado este 26 de octubre, el régimen orteguista reportó 367.8 millones de dólares en daños. El Banco Centroamericano de Integración Económica (BCIE) donó a Nicaragua 500 mil dólares para enfrentar los daños que causó el fenómeno natural.

La dictadura continúa denunciando a través de las pocas vías que le quedan, lo que consideran como políticas «injerencias» de parte de la comunidad internacional y principalmente Estados Unidos que ha aplicado una serie de restricciones al régimen y sus seguidores señalándoles de cometer crímenes de lesa humanidad, actos de torturas y violaciones a los derechos humanos.
Recientemente, el país norteamericano aplicó sanciones por medio de una orden ejecutiva que busca cortar todo comercio en el mercado del oro con Nicaragua, considerando que los atentados contra el estado de derecho y el uso de la violencia contra opositores es una amenaza a la seguridad nacional de Estados Unidos.
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Estas acciones se dan en un contexto de mayor aislamiento de la dictadura con la comunidad internacional que ha tensado las relaciones diplomáticas con la Unión Europea, Holanda y la administración de Joe Biden. También, se abre el camino para que el gobierno estadounidense bloquee las inversiones y el comercio con Nicaragua.
A pesar de las demandas de la comunidad internacional porque se respeten los derechos de los nicaragüenses, Ortega continúa manteniendo bajo encarcelamiento a más de 200 opositores y al contrario ha arreciado su política de represión.