La vicemandataria de Nicaragua, Rosario Murillo, celebró la aproximación de las elecciones municipales, denominada farsa por la oposición; a realizarse el próximo seis de noviembre. La vocera afirmó que su régimen se está preparando para «ratificar nuestra política de soberanía nacional», mediante comicios que se han visto plegados de anomalías.
«Nos sentimos contentos y orgullosos de ir avanzando en este periodo de elecciones municipales bien ordenadas, alegres, coloridas, todos contentos procurando alcanzar las metas que buscamos en consolidación de fortalecimientos de la paz, de la alegría de vivir en paz y de trabajo para prosperar», dijo la vocera gubernamental mediante su acostumbrada comunicación con medios oficialistas.
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Murillo añadió que se encuentran preparando «una vez más para ratificar nuestra política de soberanía nacional que nos lleva adelante en trabajo, paz, pero sobre todo, esa paz, sin la cual es imposible construir, esa paz que es de todos, que nos pertenece, esa paz con la que vamos saliendo adelante y sacando adelante a nuestro país».
El observatorio Urnas Abiertas ha denunciado que en Nicaragua las libertades fundamentales y el derecho a la participación política «han sido conculcados de manera sistemática en los procesos electorales mediante la manipulación excluyente del padrón electoral, la persecución judicial de opositores, la exclusión de candidaturas y el uso ilegal de recursos del Estado con fines proselitistas».
Además, advierte que la violencia política será de igual o peor magnitud que en las elecciones del pasado 2021, «lo que nos hace temer que veremos una nueva escalada de violencia estatal en las elecciones municipales de este año», reitera un documento presentado ante la Comisión de la Organización de Naciones Unidas (ONU).
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La organización ha solicitado a la comunidad internacional que «exhorte al Estado de Nicaragua a garantizar el desarrollo de elecciones libres y transparentes en consonancia al artículo 25 del Pacto, para esto es necesario el cese inmediato de la represión, la libertad plena de las personas presas políticas, el nombramiento de nuevas autoridades electorales, la devolución de la personería jurídica de los partidos arbitrariamente cancelados, la derogación de las reformas electorales aprobadas en 2021 y 2022, principalmente la legislación para inhibir y restringir la competencia electoral».
Murillo evita referirse a sanciones
En su monólogo la vicemandataria evitó referirse a las sanciones aplicadas este lunes, 24 de octubre por el Gobierno de Estados Unidos al negocio del oro en Nicaragua. Una reforma a la Orden Ejecutiva 13851 para «responsabilizar» a la dictadura por sus «ataques a la libertad de expresión y reunión».
Estados Unidos se ha consolidado a lo largo de los años como el principal socio comercial de Nicaragua, todo esto pese a la política de ataques verbales y arrebatos diplomáticos que el régimen Ortega-Murillo mantiene desde su llegada al poder en 2007.
Entre enero y julio de 2022, Nicaragua registró exportaciones por el orden de los 3,200 millones de dólares, mientras que las importaciones se situaron en 1,500 millones de dólares. Estas cifras reflejan un superávit de 1,700 millones de dólares favorables para Managua.
Ignorando esta situación, Murillo expresó que «Nicaragua que ha venido sanando en alas de ángeles, en alas de arcángeles, sanando de tanta tristeza que nos impusieron hace algunos años, hace poco tiempo, de tanto dolor, de tanto sufrimiento, y sobre todo de tanta perfidia».
«Hemos venido sanando de la perversión, de la maldad, y hemos venido reinstalando el amor que todo puede, el amor que todo vence, y es con esa energía de amor de concordia, de paz y bien que vencemos y que seguimos venciendo, porque somos pueblo que lucha, que trabaja, pueblo alegre pueblo de Dios, pueblo que vence», refirió la vocera del régimen.
