Tras la renuncia de la magistrada de la Corte Suprema de Justicia (CSJ) Ileana Pérez López el régimen de Daniel Ortega ahora apuesta por «investigar» a su círculo de confianza, así lo informó a través de su cuenta de Twitter el abogado Yader Morazán.
La funcionaria hizo su formal renuncia el viernes, 21 de octubre, alegando supuestos motivos de salud. La decisión se hizo pública mediante una carta dirigida a la primera secretaria de la Asamblea Nacional, Loria Dixon.
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«Esto está que empieza. Ahora, van detrás del círculo de confianza y colaboradores operativos de la circunscripción Sur (Granada y Rivas) que atendía la magistrada «renunciante» Ileana Pérez», señaló el exfuncionario del Poder Judicial de Nicaragua
En entrevista con Artículo 66, el especialista en administración de justicia, manifestó que el régimen de Ortega «está cosechando la cultura del canibalismo que ha sembrado en ese Poder del Estado y que se incrementó a partir de abril de 2018».
Agregó que siempre ha existido este tipo de situaciones, «sin embargo, lo que vemos en la actualidad es que ha aumentado a los mismo niveles que ha incrementado la represión en las calles, es decir esas son las reglas del juego tanto afuera como adentro»
«Ya empezó la acería en contra de su círculo. Ya están detrás de algunos jueces operativos que seguían órdenes de ella y que están vinculados a actos de corrupción», agregó el exfuncionario del PJ, que evitó mencionar los nombres de los judiciales en la mira de la dictadura.
Obligada a renunciar
En cuanto a la supuesta renuncia de Pérez, Morazán señaló que a partir de abril de 2018, la dictadura orteguista obligó a que muchos trabajadores del Estado. «Han hecho destituciones sin procedimiento legal alguno, así como han obligado a renunciar a otros».
Explicó también que hasta que en la Asamblea Nacional no se discuta o apruebe su renuncia, la magistrada sigue gozando de inmunidad, «por consiguiente, la Policía no debe de tenerla intervenida, pero sabemos todos que la Policía la ha acompañado todo este tiempo, al punto que la tuvieron en «El Chipote».
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También subrayó que en este tipo de casos, desde la persecución hasta el tratamiento del caso, obedece a intereses políticos, partidarios. «por consiguiente, la forma en que ellos —el régimen— van actuar, obedecerá más a un procedimiento político que aun procedimiento institucional».
«Por eso no creo que los actos de corrupción que siempre se le han señalado a ella —Ileana Pérez— vayan a ser procesados en esa misma dirección y vaya a tener una condena».

«Creo que se le va a dar el mismo trato que le ha venido dando a muchos, entre ellos Aminta Granera —exdirectora de la Policía Nacional de Nicaragua—, Gerardo Rodríguez, magistrado del tribunal de Apelaciones de Managua, Zacarías Duarte —director del Instituto de Medicina Legal (IML)—, entre otros», explicó.
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Pérez habría sido despojada de sus responsabilidades judiciales ante la circunscripción de los departamentos de Rivas y Granada, lo que pudo significar que el régimen la sometió a una investigación.
El martes 18 de octubre, la funcionaria, fiel a la pareja presidencial, fue llevada al reconocido centro de torturas. Pérez había sido removida el fin de semana pasado de sus cargos administrativos en los dos departamentos. La magistrada tenía dos años en ese puesto, su función principal eran los casos que llegaban a la Sala Civil.

La embestida contra la ahora funcionaria se dio después de la aprehensión de Roberto Larios, vocero de la CSJ, quien fue acusado de «menoscabo a la integridad nacional». La semana pasada también se conoció del despido de dos directoras del Poder Judicial.
Lejos de vincularla con Larios, Morazán dijo que la arremetida en contra de Pérez se originó luego que personas allegados al partido gobernante Frente Sandinista, acudieron a coordinar un trabajo político, pero la magistrada «los trató muy mal y se negó, pero lo que no esperaba que esas personas irían a quejarse al Carmen —lugar donde está la residencia de los dictadores de Nicaragua— y fue allí donde le destaparon todas su acciones de déspota y de corrupción».