El economista Enrique Sáenz aseguró que «no hay nada extraño» en la cooperación no reembolsable de medio millón de dólares que otorgó el Banco Centroamericano de Integración Económica (BCIE) a la administración de Daniel Ortega para enfrentar los daños causados por el huracán Julia, debido a que el presidente del organismo regional, Dante Mossi, «es un cómplice confeso» de la dictadura y de los gobiernos de Honduras, El Salvador y Guatemala que «han sido complacientes con el gobierno de Ortega por distintas razones».
En entrevista para el podcast AHORA de Artículo 66, el también analista político explicó que «las decisiones fundamentales en el BCIE la toman sus propietarios que son los Estados socios y primordialmente los gobiernos centroamericanos; y aquí ya sabemos tampoco han escondido sus posiciones por distintas razones en favor de Ortega, como en las votaciones en la OEA y en las votaciones en otros órganos internacionales».
Destacó que las administraciones de Honduras, El Salvador y Guatemala «han sido complacientes con el gobierno de Ortega por distintas razones. Uno porque tienen vocación también dictatorial, otros porque son gobiernos reconocidamente corruptos y en consecuencia les tiene sin cuidado lo que se haga con fondos de esa institución y otros por afinidades ideológicas aparentemente, pero en cualquier caso no es extraño» que el organismo regional esté apoyando con fondos al régimen de Nicaragua.
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Agregó que «los gobiernos de El Salvador, Honduras y Guatemala pasan de la condescendencia a la complicidad con Ortega» por apoyar el desembolso de dinero.
Además, Enrique Sáenz reiteró que no sorprende «el comportamiento del BCIE con relación al gobierno de Ortega», porque su presidente ejecutivo, Dante Mossi, «ha confesado públicamente sin el menor sonrojo que es cómplice de la dictadura».
«Hace algunos meses declaró de manera pública, en altas y claras voces, que buscaban mecanismos tortuosos, mecanismos turbios para contribuir con Ortega a evadir el impacto de las sanciones que han impuesto los distintos países y se atrevió incluso a dar opiniones políticas al respecto, entonces el presidente del BCIE es cómplice confeso de la dictadura de Ortega y en consecuencia no deben extrañar las acciones que en favor de Ortega realice», señaló el economista.
También alegó que «el hecho de que no haya nada extraño, no significa obviamente que no sean acciones censurables, acciones reprochables».
El pasado 18 de octubre, el presidente del BCIE anunció que el organismo regional benefició a la dictadura de Ortega Murillo con medio millón de dólares para enfrentar los daños causados por el huracán Julia, que según el Ministerio de Hacienda y Crédito Público las pérdidas económicas en el país rondan los 402.6 millones de dólares.
«El directorio aprobó una cooperación no reembolsable de emergencia de medio millón de dólares, para ayudar los esfuerzos para salvar vidas y proteger aquellos que han sufrido por el paso del huracán», dijo Mossi a medios oficialistas.
Hasta ahora la administración de Ortega ha detallado que Julia causó daños en la infraestructura vial, social, de energía y telecomunicaciones; afectaciones en unas 15.000 viviendas y provocó que 20.000 personas debieran ser evacuadas, en 123 de los 153 municipios del país centroamericano.
Además, la dictadura ha informado que realiza gestiones de financiación y cooperación para enfrentar las pérdidas económicas que ocasionó Julia.