En la homilía de este domingo, desde la iglesia Santa Agatha, en Miami, Estados Unidos, monseñor Silvio Báez, obispo auxiliar de Managua, exhortó a que «no hay que resignarnos a que los malvados y los tiranos amedrenten en forma altanera con sus discursos mentirosos y cínicos».
Basado en la historia bíblica del libro del profeta Habacuc, quien le reclamó a Dios por la injusticia y violencia, el jerarca católico, dijo que «el profeta nos enseña que no podemos ser indiferentes ante los tiranos que imponen su voluntad enfermiza de poder con la fuerza de la represión y la violencia».
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«El profeta Habacuc nos enseña, sobre todo, que en esos momentos debemos volver el corazón a Dios para protestar ante él. Sí, también protestar ante Dios es orar», explicó el prelado.
La importancia de la oración profética
También indicó la importancia de la oración ante Dios para poder salir de las opresiones de los poderes tiránicos. «Habacuc nos recuerda que la oración no es solo súplica y petición. Habacuc enseña un modo de oración muy peculiar: la oración profética».
«Orar no es solo pedir, mucho menos cruzarnos de brazos y esperarlo todo de Dios. Orar es también luchar con Dios en la noche de su ausencia y gritar ante Él rompiendo su silencio», explicó.
Agregó que orar «es presentarnos ante Dios llevando en nuestro corazón y en nuestra voz la opresión del pueblo, el sufrimiento de las víctimas y la angustia de sentir que la historia va adelante y siguen triunfando los malvados».
«La oración profética consiste en gritar a Dios, a quien no sentimos cerca y que parece indiferente ante la marcha de la historia, pero que sabemos y creemos que nos puede escuchar y atender», recalcó.
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En referencia a la crisis sociopolítica que vive Nicaragua a manos del régimen de Daniel Ortega, Báez afirmó que «en los momentos más oscuros y dolorosos, no hay que hundirse en la soledad. Como Habacuc, el profeta solidario con su pueblo oprimido, como Jesús en la cruz víctima del poder injusto, debemos aprender a gritar a Dios desde las contradicciones, los conflictos y los problemas de la vida».
El religioso exhortó, que al igual que el profeta Habacuc, las personas deben esperar la respuesta de Dios a sus súplicas. «Si se tarda, espérala, pues llegará sin falta. El malvado sucumbirá sin remedio; el justo, en cambio, vivirá por su fe», citó monseñor el pasaje bíblico de Habacuc 2:2-4.
Terminarán «derrotados quienes se imponen en modo tiránico»
En referencia a las dictaduras que oprimen a los pueblos, el obispo enfatizó que «llegará el momento en que queden silenciadas para siempre las lenguas cínicas de los poderosos arrogantes y mentirosos, llegará el momento en que terminen derrotados quienes se imponen en modo tiránico».
«Este momento llegará, le dice el Señor a Habacuc y, si tarda, “espéralo, pues llegará sin falta” (Hab 2,3). Esperar no es fácil, porque esperar no es simplemente dejar que las cosas ocurran. La esperanza bíblica es activa. Esperar es colaborar con Dios para que cambie la historia», indicó el sacerdote.
En cuanto a la demanda de justicia, expresó que «el justo, el creyente, debe perseverar en su justicia, gritando y reclamando ante Dios, pero esperando con fe, sin desesperar, confiado en la fidelidad de la promesa del Señor, pues “el justo vivirá por su fe” (Hab 2,4)».
«El hombre justo grita y reclama ante Dios, pero sin ceder jamás a la tentación de renunciar a la propia justicia para actuar con la prepotencia y la violencia de la que es víctima (…) Somos justos y vivimos por la fe cuando nos tomamos en serio la historia, sufrimos el sufrimiento de las víctimas». concluyó.
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La prédica de Báez llega tras el discurso virulento del dictador Daniel Ortega durante el 43 aniversario de la Policía, quien catalogó a la Iglesia católica de ser «una dictadura perfecta», y refirió que no pueden hablar de democracia cuando hasta el mismo papa es impuesto por un grupo de religiosos. Asimismo, volvió a acusar a los obispos y sacerdotes nicaragüenses de orquestar el supuesto «golpe de estado» de 2018.
«Una institución como la iglesia católica utilizando a sus obispos para dar un golpe de estado, desde cuándo tienen moral para hablar de democracia. ¿Quién elige a los obispos, al papa? Si van a ser democráticos, comiencen a elegir con el voto de la población, a los sacerdotes de cada comunidad, sino que todos son impuestos, es una tiranía, una dictadura perfecta», resaltó el mandatario.