Monseñor Silvio Báez, obispo auxiliar de la Arquidiócesis de Managua, le contestó al dictador Daniel Ortega ante los virulentos ataques lanzados por el caudillo sandinista durante el 43 aniversario de la Policía.
Ortega catalogó a la Iglesia católica de ser «una dictadura perfecta» y refirió que no pueden hablar de democracia cuando hasta el mismo papa es impuesto por un grupo de religiosos. Asimismo, volvió a acusar a los obispos y sacerdotes nicaragüenses de orquestar el supuesto «golpe de Estado» de 2018.
El obispo escribió en su cuenta de Twitter que las declaraciones del dictador reflejan ignorancia, mentira y cinismo. Además, ironizó que Ortega habla de democracia cuando él es un dictador que está en la Presidencia de Nicaragua de forma ilegítima.
«¡Cuánta ignorancia, cuánta mentira y cuánto cinismo! Un dictador dando lecciones de democracia; alguien que ejerce en forma ilegítima el poder, criticando la autoridad que Jesús otorgó a su Iglesia; alguien que es ateo, lamentándose de no sentirse representado por la Iglesia», escribió monseñor Báez en la red social.
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«Una institución como la iglesia católica utilizando a sus obispos para dar un golpe de Estado, desde cuándo tienen moral para hablar de democracia. ¿Quién elige a los obispos, al papa? Si van a ser democráticos, comiencen a elegir con el voto de la población, a los sacerdotes de cada comunidad, sino que todos son impuestos, es una tiranía, una dictadura perfecta», resaltó el mandatario.
Las palabras del dictador se dan luego que el papa Francisco afirmó, el 15 de septiembre pasado, que existe un «diálogo» entre la Santa Sede con la dictadura de Daniel Ortega y Rosario Murillo, aunque según el máximo líder, «esto no significa que apruebe o desapruebe todo lo que hace el gobierno».
«Yo le diría a su santidad el papa, con todo respeto, no me siento representado, por todo lo que conocemos, esa historia terrible pero también por el hecho de que los obispos hablan de democracia y no la practican», insistió Ortega, quien agregó que la Iglesia católica ya tiene «sus amarres» para elegir a sus líderes.
En mayo de este año, la Arquidiócesis de Managua, por medio de la Comisión de Justicia y Paz, rechazó la persecución ejercida por el régimen de Daniel Ortega a sus religiosos y obispos. En una nota de prensa, la entidad católica asegura que continuará denunciando las «estructuras sociales del pecado» y estará siempre acompañando «al pueblo, los pobres y los débiles».
Monseñor Rolando Álvarez, obispo de la Diócesis de Matagalpa, es el primer obispo arrestado desde que Ortega retornó al poder en 2007 tras coordinar una Junta de Gobierno de 1979 a 1985 y presidir por primera vez el país de 1985 a 1990. Otros nueve sacerdotes también están en las cárceles de la dictadura.
La Policía también ha ingresado por la fuerza, allanado y profanado parroquias y capillas en todo el país, ha impedido a los feligreses recibir la eucaristía dentro del templo y sitiado a otros sacerdotes en sus iglesias. También prohibió a la Arquidiócesis de Managua realizar una procesión con la imagen peregrina de la virgen de Fátima, esta misma medida se extendió a Matagalpa y Masaya.