En un discurso virulento durante el 43 aniversario de la Policía, el dictador Daniel Ortega catalogó a la Iglesia católica de ser “una dictadura perfecta”, y refirió que no pueden hablar de democracia cuando hasta el mismo papa es impuesto por un grupo de religiosos. Asimismo, volvió a acusar a los obispos y sacerdotes nicaragüenses de orquestar el supuesto “golpe de estado” de 2018.
“Una institución como la iglesia católica utilizando a sus obispos para dar un golpe de estado, desde cuándo tienen moral para hablar de democracia. ¿Quién elige a los obispos, al papa? Si van a ser democráticos, comiencen a elegir con el voto de la población, a los sacerdotes de cada comunidad, sino que todos son impuestos, es una tiranía, una dictadura perfecta”, resaltó el mandatario.
Las palabras del dictador se dan luego que el papa Francisco afirmó, el 15 de septiembre pasado, que existe un “diálogo” entre la Santa Sede con la dictadura de Daniel Ortega y Rosario Murillo, aunque según el máximo líder, “esto no significa que apruebe o desapruebe todo lo que hace el gobierno”.
Noticia relacionada: ¿Cuál es el diálogo con Nicaragua que el papa Francisco dice mantener?
“Yo le diría a su santidad el papa, con todo respeto, no me siento representado, por todo lo que conocemos, esa historia terrible pero también por el hecho de que los obispos hablan de democracia y no la practican”, insistió Ortega, quien agregó que la Iglesia católica ya tiene “sus amarres” para elegir a sus líderes.
“Lo más limpio y más sano sería que presenten a los cardenales que aspiran al papado y que la población del mundo decida quién pasa a ser el papa, y que elijan quiénes serán los cardenales y obispos y curas del barrio, eso es democracia”, dijo Ortega.
Señala a obispos y sacerdotes de querer asesinarlo
El dictador de Nicaragua volcó casi todo su discurso del aniversario de la Policía en atacar a la Iglesia católica, Estados Unidos, Unión Europea, y gobernantes de América Latina; además de recordar el estallido sociopolítico de hace cuatro años, para acusar a los obispos y sacerdotes de liderar los tranques y ordenar dispararle.
“(…) Otros acompañando los tranques, cometiendo terrible pecado al estar utilizando los símbolos religiosos para promover esos tranques que lo que hacían era quitarle a los nicaragüenses el derecho al trabajo, a la vida, a la educación, a la salud; y mientras tanto, la Policía en un acto de suprema disciplina, acatando las órdenes que no dispararan contra los terroristas, que atacaban con armas, financiadas por el imperio (…) Todos los días era eso, salían de todas las iglesias, no de todas, pero de algunas iglesias salían armados contra los cuarteles de policías, el objetivo de ellos era tomarse los cuarteles, tomarse la ciudad (…) y algunos obispos llamando que me metieran plomo, que qué esperaban para matarme, lo decían tranquilamente, es decir, una banda de asesinos encubiertos con la iglesia católica, porque no todos, repito no todos los sacerdotes, actuaron de la misma forma”, acusó Ortega.
Según el dictador, “algunos” obispos y sacerdotes se aprovecharon de su investidura en el 2018, y en lugar de asumir una actitud cristiana, fue de una “actitud terrorista”.
Ortega también acusó a la Iglesia católica de corrupta y de cometer “miles de crímenes”, como la inquisición, por los cuales deberían ser llevados a la Corte Penal Internacional.
“Cuándo Cristo amenazó a los que no pensaban como él y supo distinguir y dijo: ‘dar al césar lo que es de cesar y a Dios lo que es de Dios’. Una iglesia que se corrompió, se prostituyó, denigró a Cristo, que manchó a cristo”, manifestó Ortega durante el aniversario de la Policía, celebrado este 28 de septiembre, en el que se le dio ascenso póstumo y de honor al máximo grado a 22 oficiales fallecidos durante la represión de 2018.