El exembajador de Nicaragua ante la Organización de Estados Americanos (OEA) Arturo McFields calificó de un «portazo en la cara» el rechazo del régimen de Daniel Ortega al embajador postulado por Estados Unidos, Hugo Rodríguez.
Las declaraciones de McFields a Artículo 66 se dan luego que la vicepresidente de Nicaragua, Rosario Murillo, reiterara su negativa de recibir al diplomático estadounidense.
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«Increíblemente postulado a pesar del rechazo digno y soberano del Gobierno de Nicaragua que no le acepta como embajador, como diplomático o como funcionario con esos discursos intervencionistas sobre nuestra Nicaragua», expresó en tono burlesco la vicemandataria.
Ante estas afirmaciones, el exdiplomático nicaragüense dijo que el planteamiento de la dictadura de rechazar al embajador propuesto por Estados Unidos, le da un portazo en la cara al gobierno de Joe Biden.
Para el también periodista, esta acción de la dictadura de Ortega, «tendrá sus consecuencia», ya que asegura que el gobierno norteamericano había «tratado de mandar algún mensaje positivo a la dictadura, en el sentido de que el presidente Biden le dio un gesto de cortesía al no mencionar las terribles violaciones a los derechos humanos de Nicaragua en el foro de Naciones Unidas».
«Luego vino la situación con el subsecretario —de Estado para Asuntos del Hemisferio Occidental de ese gobierno Brian Nichols—, a quien la dictadura insultó de forma racista y vulgar, tampoco hubo reacciones de Estados Unidos, en un gesto de buena voluntad y querer crear o tender puentes al dictador, sin embargo —el régimen— a dinamitado todos los puentes», agregó.
Por otra parte, señaló que Nicaragua está entrando a «un nuevo capítulo» de las relaciones bilaterales con EE.UU. que «por 12 años ininterrumpidos se había mantenido una relación de embajador a embajador».
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«No importando lo que pasara en Nicaragua, lo que se dijeran, las sanciones que hubieran o el contexto de tensión, se había mantenido el embajador de Managua en Washington y el embajador de Estados Unidos en Managua, y eso era una señal bastante interesante (…) pero ahora Ortega le ha tirado un portazo en la cara a un embajador —del país norteamericano—», enfatizó.
El país se hunde en aislamiento
McFields insistió que la postura de Ortega para con el gobierno de Biden «es grave», «porque la final del día quien sufre con esta radicalización de la dictadura es el pueblo nicaragüense, porque EE.UU. es el destino de casi el 60 por ciento de las exportaciones de Nicaragua».
Detalló que «las empresas estadounidenses radicadas en el país generan un empleo sin precedentes, mientras que las alianzas con China y Rusia —de las que tanto se ufana la dictadura de Nicaragua— no llegan ni al ocho por ciento».

«El país se hunde en aislamiento, el pueblo sufre desempleo y la economía va a languidecer por culpa de un dictador que ha enloquecido», remarcó.
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Cabe señalar que la molestia del gobierno orteguista se da luego que Rodríguez se comprometiera a seguir demandando libertad para las personas presas políticas de la dictadura, así como el respeto a la democracia y el cese de las violaciones a los derechos humanos.
«Me comprometo a trabajar con el Congreso, colegas interinstitucionales y socios internacionales para presionar por el retorno a la democracia, el respeto de los derechos humanos y la libertad de los presos políticos en Nicaragua», fueron las palabras del diplomático.