El Papa Francisco confirmó en rueda de prensa que existe “diálogo” entre la Santa Sede con la dictadura de Daniel Ortega y Rosario Murillo, aunque esto no significa que “se apruebe” todo lo que hace el régimen.
“Sobre Nicaragua todas las noticias son claras. Hay diálogo. Se ha hablado con el gobierno, hay diálogo. Esto no significa que apruebe todo lo que hace el gobierno o que lo desapruebe todo. No. Hay diálogo y hay que resolver los problemas. Ahora mismo hay problemas”, dijo el Pontífice respondiendo una pregunta de Ángeles Conde, periodista española de Rome Reports.
Las nuevas declaraciones del Papa sobre Nicaragua se dan a casi un mes del ruego de diálogo “abierto y sincero” para “encontrar las bases para una convivencia respetuosa y pacífica”, que hizo durante el rezo del Ángelus del pasado 21 de agosto.
Francisco enumera agravios
Sin especificar directamente que tipo de negociaciones mantiene la Santa Sede y el régimen de Managua, Francisco mencionó dos de los casos de persecución religiosa emprendida por el orteguismo contra la Iglesia: Las expulsiones de las hermanas de la Caridad y de Waldemar Stanislaw Sommertag, ex-nuncio apostólico en Nicaragua.
“Al menos espero que regresen las religiosas de la Madre Teresa. Estas mujeres son buenas revolucionarias, ¡pero del Evangelio! No hacen la guerra a nadie. Al contrario, todos necesitamos a estas mujeres. Es un gesto que no se entiende… Pero esperemos que vuelvan”, insistió el Pontífice.
Sobre el ex-nuncio Sommertag, el Papa aseguró que su expulsión fue algo muy grave a nivel diplomático.
“Hay cosas que uno no entiende. Poner un nuncio en la frontera es algo muy serio desde el punto de vista diplomático. El nuncio es un buen tipo que ahora ha sido nombrado en otro lugar. Estas cosas son difíciles de entender y también de sobrellevar”, subrayó el Pontífice.
Diálogo debe continuar
El Papa lamentó los problemas existentes entre el régimen orteguista y la Iglesia, pero a su vez reiteró la importancia de dialogar para encontrar una solución a la persecución religiosa que vive Nicaragua.
“Y que pueda continuar el diálogo, (sí) puede continuar. Pero jamás detener el dialogo”, exhortó el Papa.
El Pontífice aseguró que este tipo de situaciones son “difíciles de entender y de sobrellevar”.
“Pero en América Latina se dan situaciones así, tanto en un lado como en el otro”, sentenció Francisco.