Tras la exclusión de la Universidad Centroamericana (UCA) de la partida presupuestaria del 6% constitucional para la educación superior, la entidad propiedad de los Jesuitas informó que ha recurrido al apoyo de «personas altruistas» para continuar otorgando becas a jóvenes nicaragüenses de «escasos recursos económicos» y de esta manera logren cursar su carrera universitaria.
En un comunicado, difundido en redes sociales, el centro de estudios superiores indicó que no cuenta «con una asignación presupuestaria para becas de ninguna institución pública o privada, sin embargo fiel a sus valores y principios cristianos, la Universidad ha hecho todos los esfuerzos posibles por seguir apoyando a sus estudiantes becados para culminar su carrera universitaria».
«En este sentido y deseando poder continuar becando a generaciones futuras talentosas y con escasos recursos económicos, la UCA estará habilitando una herramienta digital para que los estudiantes becados puedan contar con el apoyo de personas altruistas que patrocinen sus aranceles y les acerquen a su meta», detalló.
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A pesar que el régimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo han pretendido ahogar económicamente a la UCA por apoyar a los jóvenes que protestaban en contra de su administración en 2018, el campus universitario se ha mantenido firme y ha buscado las opciones para seguir becando a los estudiantes.
Desde 2019, la asignación del 6 % constitucional del presupuesto de la República, que por ley le correspondía al recinto universitario, le fue reducido sustancialmente hasta el 2022, que culminó con el despojo total del porcentaje constitucional.
El 31 de marzo del año corriente, con la reforma a la Ley 582, Ley general de Educación y la Ley 89, Ley de Autonomía de las Instituciones de Educación Superior, la aplanadora orteguista en la Asamblea votó, siguiendo las órdenes del Ejecutivo, por dejar fuera a la UCA del Consejo Nacional de Universidades (CNU) y también del porcentaje constitucional que era utilizado para becas a estudiantes de escasos recursos.
Un experto en educación, quien prefirió omitir su nombre para evitar represalia, explicó anteriormente a Artículo 66 que lo que hizo el Gobierno de Daniel Ortega al eliminar el seis por ciento que le correspondía a la UCA solo se puede entender «como una especie de revanchismo político».
«Este revanchismo político es contra aquellas universidades que no son abyectas o que no se someten al poder y que no están dispuestas a cambiar el discurso del conocimiento por repetir la consigna».
La fuente reiteró que la arremetida contra la UCA es un «castigo», ya que no acepta el adoctrinamiento estatal a como lo hacen con las entidades públicas.
«A las universidades, los estudiantes llegan a estudiar, a desarrollar habilidades, a conocer sus derechos y deberes, pero (Daniel) Ortega y su régimen quieren que sus alumnos y sus docentes lleguen solamente a rayar las paredes y a repetir las consignas que solo repiten los estudiantes que son sometidos en las escuelas públicas», denunció.
A 62 años de su fundación, la UCA ha sobrevivido a dos dictaduras, a la guerrilla y a las crisis sociales, económicas y políticas que ha padecido Nicaragua. Entre tanta violencia, represión y persecución política el campus universitario se ha mantenido firme a sus valores jesuitas.