La Universidad Centroamericana (UCA) fue uno de los principales escenarios donde jóvenes se congregaron para protestar desde 2018 contra el régimen de Nicaragua. Esa situación generó posteriormente persecución contra los estudiantes de esa casa de estudios y un desquite contra las autoridades que culminó con el despojo del 6 % constitucional a la UCA.
La dictadura no «perdona» que el campus universitario haya sido un refugio para decenas de jóvenes que fueron reprimidos por las fuerzas de choque dirigidas desde el Estado. La UCA fue el primer centro de estudios atacado por las llamadas «turbas» del sandinismo, la noche del 18 abril de 2018. Ese día, la institución jesuita sirvió de albergue para quienes se encontraban afuera del recinto.
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Artículo 66 conoció que el padre José Alberto Idiáquez Guevara, rector de la UCA, aún guarda las piedras, en su oficina, que le lanzaron los seguidores de Daniel Ortega, en el momento de ir a verificar qué sucedía en las afueras del recinto.
El ataque «terrorífico y brutal» a la UCA
Este equipo se comunicó con dos exalumnos de la Universidad Centroamericana (UCA), quienes narraron el momento en el que presenciaron el inicio de los ataques. Ambos jóvenes, en ese año, cursaban el cuarto año de la carrera de Comunicación.
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Judith Mairena, dirigente de la Alianza Universitaria Nicaragüense (AUN), presenció el momento que cataloga de «terrorífico y horrible». «El 18 de abril yo estaba en clases de inglés, estaba casi por salir, cuando llegó un guarda de seguridad diciéndonos que evacuaremos la UCA por que la estaban atacando, entonces obviamente la mayoría de las personas evacuaron, pero algunas quisimos saber qué estaba pasando», relató la joven.
«Nos fuimos al portón principal, que estaba recién remodelado y lo que vi fue un grupo muy grande de la JS (Juventud Sandinista), alrededor de unos 50 chavalos o más de la JS uniformados con sus camisetas, siendo custodiados por policías uniformados también, en sus patrullas», continuó.
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Remarcó que los policías no estaban «intentando controlar un disturbio o detener la protesta, estaban ahí respaldando a los JS, mientras estos atacaban a los chavalos que estaban protestando afuera de la universidad, tiraban entre botella, piedras. Recuerdo que de este lado de la UCA , los chavalos no reaccionaron al ataque, porque no había nada a nuestro alcance, solo recibimos la violencia».
Por su parte, la otra fuente, que prefirió guardar el anonimato, relató la violencia que presenció desde el plantón en Camino de Oriente.
El 18 de abril «me tocó cubrir (era pasante de periodismo) el plantón en Camino de Oriente (…) En ese momento habían muchos rumores alrededor de la iniciativa, vi cómo se fueron concentrando las fuerzas de choque, que en ese tiempo eran más JS (Juventud Sandinista) con palos y cosas, había tanta información en ese momento que era difícil saber qué era real y qu´w no, al fin de cuentas mi trabajo era ir y cubrir; documentar sobre todo la represión que hubo ese día, y fue brutal», indicó el joven.
![Agresión por parte de simpatizantes sandinistas al fotoperiodista Alfredo Zúñiga, de la agencia AP, el 18 de abril, cuando iniciaron las protestas en contra del régimen de Ortega. Fpto: EFE](https://www.articulo66.com/wp-content/uploads/2018/08/agresión-AP.jpg)
«La primer imagen que tengo en la mente es cuando a esos tipos que les dicen “turbas” les estaban poniendo los cascos con unas varillas metálicas y estaban gritando con los chavalos que estaban del otro lado (la Juventud Sandinista), los dividía una pequeña calle. Ellos defendiendo su idea y la gente manifestándose con todo el derecho», continuó.
«La noche del 18 (de abril), mi novia me llamó que estaba atrapada dentro de la UCA junto con sus amigos, entonces se apodera el caos, en ese momento llamó a un familiar para que me llegue a traer a mi casa y sacar a esa gente de la UCA, ya ahí tuve que dejar ese rol pasivo de la documentación y el periodismo, y apoyar de alguna forma a sacar a la gente que estaba atrapada. La UCA estaba rodeada por las fuerzas de choque», subrayó.
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El joven explicó que en la insurrección de abril, se encontraba enfocado más en la parte periodística y no involucrado como un actor directo desde las protestas; sin embargo se sumó a la lucha cívica apoyando a sus amigos y conocidos a evacuar la UCA.
Para Judith Mairena «fue horrible» vivir el ataque, «porque una cosa así, no lo presenciás todos los días, se suponen que las protestas son pacíficas y no deberían de llevar a esa consecuencia, suponiendo de que no lo estás haciendo agresivamente y solo estás demandando derechos».
La universidad fiel a sus principios y valores jesuitas en reiteradas ocasiones le ha demandado al gobierno de Daniel Ortega el cese a la represión, la liberación de los presos políticos y la búsqueda de una salida pacífica a la crisis sociopolítica que vive el país.
La UCA, un «refugio» para los manifestantes
La institución jesuita fue un «refugio» para decenas de jóvenes nicaragüenses que se resguardaron en el recinto, huyendo los ataques de simpatizantes del régimen.
Los dos exalumnos consultados por Artículo 66 coincidieron en que la UCA «abrió sus puertas» al pueblo de Nicaragua durante las protestas sociales del 2018 y el rector del campus universitario, el padre José Idiáquez, brindó su apoyo a las víctimas.
![UCA abril](https://www.articulo66.com/wp-content/uploads/2019/04/MARCHA-3-750x500.jpg)
«La UCA nos respaldó. Duro hubiera sido que estuviéramos en una universidad de las públicas del gobierno y no hubiéramos tenido la oportunidad de entrar a refugiarnos dentro de ellas», destacó Judith Mairena.
«Se convirtió en un bastión de lucha, fue la única universidad que no se dejó doblegar por el gobierno, aún sabiendo que tienen un sindicato partidizado hacia el lado del Frente (Sandinista de Liberación Nacional) y eso le ha traído consecuencias», añadió.
El otro joven subrayó que «después de mucho tiempo cuando las calles fueron arrebatadas, la UCA sirvió como un recordatorio de que hay malestar, de que hay protesta, porque dentro del mismo campus se seguían realizando manifestaciones».
La «venganza» de Ortega contra la UCA
La dictadura no tardó en cobrar «venganza» y optó por ahogar económicamente a la UCA. Desde 2019, la asignación del 6 % constitucional del presupuesto de la República, que por ley le corresponde al recinto universitario, le fue reducido sustancialmente hasta el 2022.
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El 31 de marzo del año corriente, con la reforma a la Ley 582, Ley general de Educación y la Ley 89, Ley de Autonomía de las Instituciones de Educación Superior, la aplanadora orteguista en la Asamblea votó, siguiendo las órdenes del Ejecutivo, por dejar fuera a la UCA fuera del Consejo Nacional de Universidades (CNU) y también del porcentaje constitucional que era utilizado para becas a estudiantes de escasos recursos.
Según el periodista Israel González, la dictadura Ortega Murillo evitó darle una «estocada directa» a la institución jesuita porque supondría un “causus belli” (causa o motivo de guerra) entre el Palacio Apostólico de Roma y el régimen de Managua. «El plan es asfixiarla económicamente. Sin recursos estatales, las becas estudiantiles corren peligro», explicó.
El exalumno de la UCA, quien prefirió el anonimato, señaló que las acciones de la dictadura de Ortega contra la universidad «tienen como este ingrediente de venganza, o sea hay como una venganza de goteo, porque realmente creo que el cierre no se ha hecho porque se busca como un sufrimiento más prologando o una zozobra más larga y es parte del castigo».
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Con la reforma a la Ley 582 y la Ley 89, la administración de Ortega «no solo está afectando a la UCA, sino todo al sistema de educación superior del país. Con la nueva reforma aniquila la autonomía, es un desprecio al pensamiento crítico que encarna la UCA y que puede haber en estas universidades dominadas por ellos», añadió.
Destacó que el régimen de Ortega Murillo en su «materialización de esa venganza, no perdona que de la UCA hayan salidos chavalos que los encararon en el diálogo (nacional), ellos tienen bien claro de dónde viene Lesther (Alemán) y ellos tienen claro que es un chavalo formado en la UCA con valores».
![UCA reduce porcentaje en becas a estudiantes por «limitaciones presupuestarias»](https://www.articulo66.com/wp-content/uploads/2022/03/UCA-1024x683.jpg)
La dirigente de AUN indicó que al arrebatarle el 6 % constitucional a la UCA se demuestra la «represalia» a posterior. Esta nueva arremetida del régimen ha generado una ola de rechazo e indignación en la población nicaragüense, la mayoría son jóvenes que estudiaron en este campus universitario con una beca y reclaman por el 6 % que le fue cercenado a la casa de estudios.
A 62 años de su fundación, la UCA ha sobrevivido a dos dictaduras, a la guerrilla y a las crisis sociales, económicas y políticas que ha padecido Nicaragua. Entre tanta violencia, represión y persecución política el campus universitario se ha mantenido firme a sus valores jesuitas.