Los partidos políticos señalados de ser colaboracionistas de Daniel Ortega se apresuraron a cumplir el calendario electoral. Ya inscribieron sus listados de candidatos a alcaldes, vicealcaldes y concejales para las votaciones municipales del próximo seis de noviembre de 2022.
Los representantes legales del Partido Liberal Constitucionalista (PLC), YATAMA, Partido Liberal Independiente (PLI), Alianza por la República (APRE) y de la Alianza Liberal Nicaragüense (ALN) oficiosamente se presentaron a la sede del Consejo Supremo Electoral (CSE), en Managua, para continuar el camino y hacerle comparsa a la dictadura.
El primer partido político que inscribió a sus candidatos fue el Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN), el partido de Daniel Ortega y Rosario Murillo. La actual alcaldesa de Managua y candidata a la reelección encabezó la «caravana» en las instalaciones del Poder Electoral con la batería de medios de propaganda del régimen.
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Según los datos oficiales, en los comicios municipales podrán participar al menos 4.4 millones de ciudadanos, del total de 6.5 millones de nicaragüenses. En las votaciones se «elegirán» a 153 alcaldes, 153 vicealcaldes y más de 6 mil concejales de todos los municipios del país.
En años anteriores los partidos satélites han sido cuestionados por presentar sus listas de candidatos con personas fallecidas, migrantes, exiliados o con nombres de ciudadanos que no pertenecen a la agrupación política ni sabían que iban a competir por un cargo de elección popular.
El tribunal electoral es señalado de ejecutar y dirigir una «farsa electoral» donde se espera que el FSLN se haga con el control absoluto de las 153 alcaldías del país tras eliminar en 2021 todo resquicio de oposición con la cancelación de tres partidos políticos que aglutinarían a los grupos que critican la administración Ortega Murillo.
El partido de gobierno ya controla 135 municipios y cada cinco años, el CSE, le asigna más comunas en todo el país. El régimen de Daniel Ortega se prepara para unas elecciones municipales ajustadas a su medida, con partidos comparsas que obedecen las órdenes del régimen para recibir el reembolso por la campaña electoral.
En estas votaciones el CSE suprimió las fechas de la verificación ciudadana, la fijación del padrón en los Centros de Votación y los mecanismos para objetar la cartografía electoral, denunció el observatorio independiente Urnas Abiertas.
Además, la dictadura ordenó el año pasado el encarcelamiento de siete aspirantes presidenciales, entre ellos Cristiana Chamorro, la candidata con mayor simpatía y popularidad en las encuestas; empresarios; campesinos; periodistas; defensores de derechos humanos; líderes políticos; exdiplomáticos y estudiantes.
Con los resultados de noviembre de 2021, Ortega, quien gobierna desde 2007 tras haberlo hecho de 1979 a 1990, garantizó cinco años más como presidente, nuevamente con su esposa, Rosario Murillo, como vicepresidenta, el binomio dictatorial de Nicaragua.