Monseñor Carlos Escribano, arzobispo de Zaragoza, acompañó el 27 de agosto una eucaristía celebrada en esa ciudad pidiendo por la paz de Nicaragua y el cese de la persecución a los líderes de la Iglesia católica, en especial, por monseñor Rolando José Álvarez y los sacerdotes que acompañaron al obispo de Matagalpa durante su retención en la Curia Episcopal, a quienes el régimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo tienen presos sin justificar su detención.
El jerarca español envió su oración a quienes «están padeciendo persecución y a toda esa iglesia hermana (la de Nicaragua). Pedimos por ellos, pedimos para que se restablezca la justicia. Pedimos para que vuelva la paz a esa nación y pedimos por todos los que sufren».
Noticia relacionada: Monseñor Báez: «No alzar la voz contra lo injusto es enterrar la vida y la fe»
Monseñor Álvarez, obispo de la Diócesis de Matagalpa y administrador apostólico de la Diócesis de Estelí, ambas en el norte de Nicaragua, fue sustraído la madrugada del viernes, 19 de agosto, por agentes policiales del palacio episcopal provincial junto con cuatro sacerdotes, dos seminaristas y un camarógrafo, después de haber estado 15 días confinados.
Los policías tenían cercada la zona, colocaron vallas en todos los accesos de entrada y pasaban armados día y noche. En la Curia, dos uniformados con fusiles AK bloqueaban la salida de los religioso.
Conversión de los gobernantes
El prelado Escribano también oró «por la conversión de los gobernantes para que busquen realmente el bien de los ciudadanos y vean a aquellos que están tratando injustamente y se pueda construir una nación auténticamente en paz».
Al mismo tiempo, encomendó a los ciudadanos ante la Virgen del Pilar, la reina de la Hispanidad, para que «proteja a los pueblos de nuestra América y, en especial, a Nicaragua».

La Policía orteguista, que dirige Francisco Díaz, consuegro de la pareja dictatorial Ortega-Murillo, acusa al alto jerarca de intentar «organizar grupos violentos», supuestamente «con el propósito de desestabilizar al Estado de Nicaragua y atacar a las autoridades constitucionales», aunque de momento no han ofrecido pruebas.
Álvarez es el primer obispo arrestado desde que el sandinista Ortega retornó al poder en Nicaragua en 2007 tras coordinar una Junta de Gobierno de 1979 a 1985 y presidir por primera vez el país de 1985 a 1990.
Vigilia en Zaragoza
La noche del sábado, 27 de agosto, la comunidad de nicaragüenses radicada en Zaragoza celebró una vigila en oración por la Iglesia católica, institución perseguida por la dictadura Ortega-Murillo. En el altar, estaba la bandera azul y blanco junto a la imagen de la Virgen.
En la misa, los organizadores reprodujeron mensajes evangelizadores de monseñor Álvarez y los mensajes de denuncia del acoso a líderes religiosos, que ha desencadenado en el cierre de emisoras y canales dirigidos por la Iglesia. También, presentaron a través de fotografías de los jerarcas encarcelados por el régimen.