La exdiputada orteguista Xóchitl Ocampo ve con «agrado» el planteamiento del papa Francisco de buscar un diálogo con el régimen de Nicaragua, pero considera que «sería más que imposible y poco recomendable» que los sacerdotes sean mediadores otra vez como ocurrió en 2018.
«Desde mi minúscula concepción creo que cuando una persona va a servir mediadora en un diálogo, en una negociación, se busca que sea imparcial, pero si usted va a poner una que ya está parcializada desde el inicio e inclusive que fue parte de ese intento golpista, no está capacitada para y no está preparada para ser mediadora ante esta situación. Creo que ellos perdieron la oportunidad de oro cuando la tuvieron en 2018 en una mesa de diálogo que pudo ser beneficiosa para el pueblo, para la paz», refirió Ocampo.
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«La Iglesia católica lamentablemente no fue imparcial, fue definitivamente parcializada y por lo tanto no hay condiciones para que ellos puedan ser nuevamente mediadores ante un diálogo», expresó la exdiputada en entrevista con el medio internacional France 24.
Ocampo asegura que el régimen siempre ha estado «abierto al entendimiento, al llamado, pero no nos hagamos los inocentes ¿Cómo vas a llamar a una persona como el cabo Álvarez (en referencia a monseñor Rolando Álvarez), venga usted a promover el diálogo? si no ha dejado de promover el odio, se le siente el odio que sale de sus entrañas. Ellos no llevan la palabra de Dios que es amor y reconciliación, ellos incitan al odio».
De acuerdo con la investigación «Nicaragua: ¿Iglesia perseguida? (2018-2022)» contabiliza más de 200 ataques y profanaciones que forman parte del acoso que ha sufrido la Iglesia católica en el país centroamericano en cuatro años. Las raíces de la hostilidad del gobierno de Daniel Ortega se encuentran, según el informe, en el apoyo en 2018 de la Iglesia Católica a estudiantes durante las manifestaciones pacíficas de los nicaragüenses.
«Antes de abril del 2018, los atropellos hacia la Iglesia eran esporádicos. Después de esa fecha, las hostilidades incrementaron y subieron de tono», refiere el informe. Actualmente el régimen ha arremetido fuertemente en contra de la iglesia, cerrando sus medios de comunicación y deteniendo a lideres religiosos.
La arremetida más reciente fue el viernes, 19 de agosto, cuando la Policía ingresó a la Curia de la Diócesis de Matagalpa para llevarse a monseñor Rolando Álvarez, obispo de la Diócesis de Matagalpa, así como varios sacerdotes y laicos, que se encontraban retenidos por el gobierno.
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Ocampo continuó señalando que los líderes católicos «llaman al levantamiento social, desconocen al gobierno, quieren que el gobierno se vaya, entonces no son líderes religiosos, son líderes políticos que están siempre promoviendo la intentona golpista, por lo tanto no pueden considerarse mediadores».
En cuanto al diálogo propuesto por el papa Francisco, la exdiputada respaldó la idea, porque «viene de una figura muy respetada e incluso yo que soy cristiana y no católica veo con agrado muchos de los planteamientos que el papa hizo e incluso cuando llamó a que los jerarcas de la Iglesia no fomentaran el odio y que no se metieran en política. El último llamado que hizo fue de buscar el diálogo y la reconciliación y esa debería ser la línea que desde un inicio le hemos pedido a los representantes de la iglesia católica en el país», puntualizó.