El Centro de Estudios Transdisciplinarios de Centroamérica (Cetcam) condenó la confrontación abierta del régimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo contra la Iglesia católica en Nicaragua «y el rumbo político de los nuevos autoritarismos en Centroamérica».
En su más reciente informe «Perspectivas 165», el Cetcam señaló los ataques que en los últimos meses la dictadura de Ortega ha dirigido contra la Iglesia, incluyendo la detención y procesamiento los sacerdotes católicos Manuel Salvador García y Leonardo García «por supuestos delitos de orden común, además del cierre de medios de comunicación católicos».
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Señalan también el secuestro de monseñor Rolando Álvarez, obispo de la Diócesis de Matagalpa, junto a seis sacerdotes, dos seminaristas y dos camarógrafos, «a quienes mantiene bajo el régimen de facto de casa por cárcel negándoles el acceso a alimentación y medicamentos».
«Todo lo anterior, a pesar de que en el país la Iglesia católica es la institución que tiene los más altos porcentajes de confianza y credibilidad ciudadana», remarcó el Centro de Estudios.
La hostilidad en la crisis
Ante la ola represiva contra la Iglesia, la entidad afirma que se debe a que los religiosos mantienen un papel activo «protegiendo a la población de la represión, lo que le ha generado la animadversión del régimen y en diferentes momentos no ha dudado en atacarlos directa y abiertamente».
«Los ataques a templos y sacerdotes se mantuvieron desde 2018 y han incluido agresiones, amenazas, persecución, hostigamiento y presiones para que los religiosos y religiosas abandonen el país; obstáculos y cancelación de personerías jurídicas a organizaciones religiosas sin fines de lucro y caritativas», detalla la Perspectivas 165.
El informe puntualiza además que la confrontación del orteguismo con la Iglesia «está llegando a uno de sus puntos más álgidos y los quiere forzar a tomar uno de tres caminos: el silencio ante la situación del país, la cárcel o el destierro en el caso de que no acepten bajar la cabeza».
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El Cetcam remarcíó que se pueden identificar patrones similares en el comportamiento de los gobiernos y el más preocupante es «la hostilidad que las autoridades, principalmente los ejecutivos, están mostrando en contra de la libertad de expresión y de prensa».
Pese a la condena generalizada por parte de la comunidad internacional y organismos de derechos humanos, el régimen de Nicaragua sigue recrudeciendo la represión contra líderes religiosos. La tarde del domingo, 14 de agosto, detuvo arbitrariamente al sacerdote Óscar Benavidez, párroco de la Iglesia Espíritu Santo de Mulukukú, siendo el tercer religioso detenido en este 2022.