El Centro Nicaragüense de Derechos Humanos (Cenidh) denuncia las condiciones de encierro en las que se encuentra el sacerdote Uriel Vallejos de la parroquia capilla Niño Jesús de Praga y un grupo de feligreses, que desde hace dos días están bajo el asedio de la Policía de Matagalpa.
«No tienen luz eléctrica, ya casi no tienen comida y están rodeados por policías armados. ¿Qué pretende el régimen Ortega-Murillo? ¿Dejar que mueran de hambre?, hoy más que nunca debemos responder al llamado del padre Uriel “no me dejen solo”», denunció la organización defensora por medio de sus redes sociales.
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El padre Vallejos ha mantenido informada a la población a través de su cuenta de Twitter, en la cual muestra que no ha dormido y sus alimentos son escasos. También informó que por motivos del asedio policial en las instalaciones de la capilla y casa cural se suspendían las clases en el colegio San Luis Gonzaga, Sébaco, hasta nuevo aviso.
Según imágenes divulgadas por la parroquia Divina Misericordia, donde suenan las campanas en señal de alerta, al lugar acudieron decenas de feligreses a defender las instalaciones y los equipos de Radio Católica, mismos que fueron repelidos por la policía con disparos al aire y bombas lacrimógenas. Se desconoce si la policía tiene intenciones de detenerlo.
En esta nueva arremetida del régimen de Daniel Ortega contra la Iglesia católica, se reportaron varios heridos, entre ellos un adulto mayor lesionado en el ojo izquierdo.
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La dictadura Ortega-Murillo, a través del Instituto Nicaragüense de Telecomunicaciones y Correos (Telcor), ordenó el cierre de cinco emisoras más que estaban a cargo de la Diócesis de Matagalpa, dirigida por monseñor Rolando Álvarez, uno de los obispos perseguidos por el régimen de Nicaragua.
Radio Hermanos, Radio Stéreo Fátima, en Rancho Grande; Radio Nuestra Señora de Lourdes, de La Dalia; Radio Alliens, de San Dionisio; Radio Monte Carmelo, de Río Blanco; y Radio San José, fueron las seis emisoras aniquiladas. Ese mismo día el régimen también irrumpió ilegalmente en la capilla Niño Jesús de Praga, que está contiguo a la casa cural Divina Misericordia donde se encontraba el padre Uriel Vallejos.