Citando la oración del «Padre Nuestro» que enseñó Jesucristo a sus discípulos, monseñor Rolando Álvarez, obispo de la Diócesis de Matagalpa, resaltó que la escritura bíblica recuerda que «ninguna sociedad, ninguna familia, ningún matrimonio, ninguna persona puede vivir sin el respeto, sin el perdón y el amor».
En la homilía de este domingo. 24 de julio, desde la Catedral San Pedro, de Matagalpa, el jerarca señaló la necesidad de las personas de respetarse «en medio de nuestras diferencias. Recuerden que ni los dedos de las manos son iguales».
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«El respeto (…) marca el inicio para llegar al perdón, para después llegar al amor; para poder amarnos, para poder tratarnos como a hermanos; para poder reconocernos como hijos de un mismo Padre», expresó.
Al mal se le vence con el bien
Aludiendo a la petición de Jesucristo a Dios: «no nos dejes caer en tentación», Álvarez llamó a pedir a Dios «que en la tentación del odio, de la venganza de la muerte, de la prepotencia, de la ofuscación, de la furia interna, no nos deje caer el Señor».
«Que el Señor no nos deje caer en la tentación de pensar que el mal se puede vencer con el mal, eso no es cierto, eso no es posible para los cristianos. Nosotros estamos convencidos y proclamamos y predicamos que siempre al mal se le vence a fuerza del bien», agregó.
Ante las situaciones adversas que vive Nicaragua, el prelado llamó a pedir siempre a Dios «que nuestro corazón esté abierto a la misericordia, que siempre nuestro corazón esté abierto a tener entrañas misericordiosas».
«Estamos del lado correcto de la historia»
Referente a los constantes ataques contra la Iglesia católica en Nicaragua por parte de la dictadura de Daniel Ortega y Rosario Murillo, el religioso afirmó que «hemos visto con nuestros propios ojos, hemos descubierto en nuestra vida que efectivamente cuando nos ponemos del lado del bien, estamos del lado correcto de la historia y por supuesto en el lado correcto, exacto de la Iglesia y como Dios lo pide».
Recalcó que «la tentación del odio, de la venganza, del desprecio, de pagar mal por mal, puede y está circundándonos. Debemos resistir (…) Dios es fiel y no permitirá que seamos tentados por encima de nuestras fuerzas, al contrario, con la tentación nos dará fuerzas suficientes para resistir a ella».
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Retomando las palabras del papa Francisco, Monseñor Álvarez dijo que es responsabilidad de Iglesia enseñar a la mujeres y hombres «a ver a los demás con una mirada comprensiva y tierna. Hoy podemos encontrar una forma de vivir pacífica y atenta contra los más débiles; esta actitud tal vez pueda ser confundida con debilidad omisión, pero serán los mansos no los agresivos los que heredarán la tierra».
Sin mencionar a los sacerdotes Leonardo Urbina y Manuel Salvador García, presos por el régimen de Ortega y acusados de delitos comunes, Álvarez concluyó llamando a los nicaragüenses a orar y a ayunar «por nuestra Iglesia, por nuestros sacerdotes y por nuestra amada Nicaragua, porque solo la oración salvará a Nicaragua».