Monseñor Rolando Álvarez, obispo de la Diócesis de Matagalpa, recordó que «muchas cosas preocupan al pueblo nicaragüense», en relación a la crisis política que vive el país desde el 2018, que actualmente genera una persecución directiva contra la Iglesia católica, ONG y periodistas independientes.
El religioso enfatizó que pese a todas las situaciones que se viven a diario, la preocupación más importante que debe tener todo ciudadano «es estar a los pies de Jesús, el maestro». La reflexión la hizo en la homilía del domingo, 17 de julio, desde el Santuario Diocesano del Divino Niño Jesús en Fuente Pura, a 12 kilómetros al norte de Matagalpa,
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«Sin duda alguna, en medio de las inquietudes y preocupaciones que tenemos todos los nicaragüenses, hemos elegido la mejor parte, porque volvemos siempre nuestra mirada y nuestro corazón a Jesús el Señor y a su madre, la Santísima Virgen María». agregó.
El también administrador apostólico de la Diócesis de Estelí expresó que Nicaragua ha aprendido «en el camino del dolor a doblar aún más las rodillas, intensificar aún más nuestras oraciones y plegarias; a desgranar uno a uno el Santo Rosario (…) Toda nuestra oración está llegando al cielo y está conmoviendo las entrañas misericordiosas de nuestro Dios y amado Señor, de eso no tengamos la más mínima ni remota duda».
Alentó también a tener «la certeza de fe de que siempre después de la oscuridad viene el amanecer y que siempre después de caminar por el desierto, siempre se llega a la tierra a la tierra prometida y después de la crucifixión y la muerte, siempre, infaliblemente, llega la resurrección.
Cruzada de oración y ayuno por la Iglesia y Nicaragua
Por otra parte, el prelado convocó al pueblo católico a una cruzada de oración y adoración por Nicaragua, la Iglesia, los sacerdotes, estos últimos blancos de la dictadura de Daniel Ortega y Rosario Murillo.
«Esta cruzada de oración y adoración consiste en que todos los primeros viernes de mes sea dedicado al sagrado corazón Jesús, haciendo ayuno durante el día», explicó el también administrador apostólico de la Diócesis de Estelí.
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Indicó que en las fiestas de «nuestra Señora, la Siempre Virgen María, hagamos a las 5:30 de la mañana, cada uno en su hogar, en su casa, en su familia y si así fuere en nuestras parroquias, el rosario de la aurora y el rezo de las mil Ave María».
«Estamos hablando especialmente de las siguientes fiestas marianas, el 15 de agosto, en la asunción de nuestra Señora a los cielos. El 22 de agosto en Santa María Reina. El ocho de septiembre en el nacimiento de la Santísima Virgen María».
«El 15 del septiembre, en la festividad de nuestra Señora de los Dolores, el 24 de septiembre, en la festividad de nuestra señora de la Merced; el siete de octubre en nuestra Señora del Rosario, el 27 de noviembre en Nuestra Señora de la Medalla Milagrosa y el ocho de diciembre en la inmaculada Concepción de María», explicó el jerarca católico.
Álvarez, uno de los sacerdotes más críticos del régimen de Ortega, recalcó que la plegaria a Dios «seguirá conmoviendo las entrañas misericordiosas de nuestro Dios y la Virgen Santísima, y Miles de bendiciones veremos y veremos también la gloria de Dios, porque la oración es la que salvará a Nicaragua»
La exhortación a la oración por parte de monseñor llega en un contexto donde a dictadura ha arremetido fuertemente contra la Iglesia católica, encerrando a dos de sus sacerdotes (padre Manuel Salvador García y monseñor Leonardo Urbina) a quienes los acusan de delitos comunes, lo que es considerado una represalia por parte del Gobierno de Nicaragua contra la Iglesia católica.
