La vicemandataria del régimen de Nicaragua, Rosario Murillo, anunció la distribución de una cartilla enfocada en los derechos de la mujer así como leyes y mecanismos para prevenir el femicidio en Nicaragua. La vocera gubernamental lamentó «el irrespeto y los crímenes de odio» contra las mujeres, mientras mantiene 14 mujeres presas políticas.
«Sentimos que es una bendición, uno porque podemos trabajar estos temas que son tan dolorosos, que son tan humillantes, tan ofensivos, porque de verdad es una humillación y una ofensa que nos sigan viendo como objetos de uso, como esclavos y que se nos siga agrediendo y hasta asesinando, que es lo peor, dejando en la orfandad a niñitos, bebecitos, muchachitos y muchachitas, y todo el dolor que producen en la familia ampliada a los hermanos, las hermanas, las madres o abuelitas, todos ellos que son víctimas también de estos crímenes que son de odios», refirió la vicemandataria en su acostumbrada alocución a medios oficialistas.
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A las mujeres presas políticas se les ha negado el poder ver a sus hijos menores y el acceso de cartas, dibujos o fotografías, además de mantenerlas aisladas, sometidas bajo torturas físicas y psicológicas, según han denunciado sus familiares.

Murillo hizo un llamado a denunciar las situaciones de abuso, «aquellos que pretendan irrespetarnos, agredirnos o que nos irrespeten o nos agreden para que las leyes los juzguen, no podemos permitir más crímenes de odio en ninguna parte de nuestro país y con ninguna de nuestras hermanas, y por supuesto ninguna forma de crimen de odio».
La Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) solicitó al Estado de Nicaragua liberar a las mujeres que por su rol de liderazgo en la lucha cívica «han enfrentado medidas más severas». Remarcan que las mujeres han sido sometidas a aislamiento prolongado, amenazas y constantes interrogatorios.
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Defensores de derechos humanos han exigido al Estado acabar con la violencia estructural contra las mujeres, el cese de la violencia sexual utilizado como método de tortura en el sistema carcelario del país y justicia «porque las nicaragüenses merecen vivir seguras, libres de violencia y discriminación». Hasta el momento son 14 las mujeres privadas de libertad, entre las que se encuentran las reconocidas opositoras: Cristiana Chamorro, Violeta Granera, Tamara Dávila, Suyen Barahona, Dora María Téllez, Ana Margarita Vijil, María Fernanda Flores, María Oviedo, Nidia Barbosa, Evelyn Pinto y Samantha Jirón.
Las organizaciones feministas nacionales e internacionales también han condenado el sistema del régimen Ortega-Murillo por criminalizar a las mujeres en su lucha y defensa de derechos humanos, lo que aseguran ha «aumentado los crímenes» contra las féminas.