La vocera del régimen de Nicaragua, Rosario Murillo, celebró «la merecida derrota del odio», en alusión a los cuatro años de la sangrienta «Operación Limpieza» contra el pueblo nicaragüense que se encontraba defendiéndose de los ataques policiales y paramilitares en 2018 en Jinotepe, Carazo.
«Con odio se destruye, nos destruimos todos, por eso con amor celebramos los cuatro años de esa derrota, merecida derrota del odio, porque quienes se llenaron de odio hoy acumulan derrotas, y eso es lo que merece quien pierde el rumbo, quien pierde el camino, quien deja de sentir amor por su país, por su patria, por su pueblo y lo corroe la ambición», aseveró Murillo, en su intervención por los medios oficialistas.
Este viernes, ocho de julio se cumplen cuatro años desde que la dictadura de Daniel Ortega ordenó a sus fuerzas de choque y paramilitares atacar con balas a los ciudadanos y quitar los tranques y barricadas en Jinotepe, Carazo.
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El régimen envió un contingente de al menos 2,000 armados, que arrebató la vida de 32 personas en este municipio, en el contexto de las manifestaciones de 2018.
La opositora Alianza Cívica por la Justicia y la Democracia rememoró esa masacre como un día donde se «sembró» el terror, la muerte, el odio, la destrucción «y se estableció el estado de sitio» en Nicaragua.
Por su parte, Rosario Murillo recuerda ese día como una «gloriosa liberación» y por tal razón, ha ordenado actividades en todo el país, conmemorando, celebrando «la merecida derrota del odio».
«¿Cuántas victorias estamos celebrando? ¿Cuántos episodios de liberación? Gloriosas liberaciones de tantos municipios después de tanto heroísmo y ese heroísmo que sigue, que ha seguido, que nos define como pueblo de (Rubén) Darío, de (Benjamín) Zeledón, de (Augusto C.) Sandino, y Andrés (Castro). Ese heroísmo que forma parte de nuestra identidad», dijo.
«6,200 actividades entre caminatas, conciertos, festivales, ferias, juegos de béisbol, juegos de fútbol, campeonatos. Tenemos también elecciones municipales y departamentales de los chavalos y chavalas 43/19», detalló la vicepresidenta designada de Nicaragua, con tono de gozo.
Según organismos de derechos humanos, las protestas sociales en 2018 dejaron a más de 300 asesinados, miles de exiliados y decenas de presos políticos. Actualmente, el régimen tiene cautivos a 190 rehenes de conciencia, a quienes tienen bajo torturas.