El reciente informe publicado por The Economist Intelligence Unit (EIU)» señala que existen varios obstáculos para que en Nicaragua haya un mayor crecimiento económico, entre los que destaca la crisis política que ha venido incrementando desde el 2018, así como «un entorno empresarial deficiente, con acceso limitado al financiamiento.
Luego de calcular en marzo de este año un leve incremento de 2.5 por ciento, la firma británica redujo sus previsiones y proyecta actualmente un crecimiento en la economía de Nicaragua de 1.8 por ciento.
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Estos números distan de lo reflejado, según el EIU en 2021 donde el gobierno de Daniel Ortega presentó una recuperación económica. Pese a que el país difícilmente, según el sitio especializado, alcanzará un crecimiento de 5 por ciento. The Economist Intelligence Unit prevé que para 2023 se logre un aumento del 2.1 por ciento, para 2024 y 2025, de dos por ciento y para 2026, de 2.1 por ciento.
El mismo informe refiere que se espera una «una caída menos profunda de la inversión (3 por ciento interanual, desde 7 por ciento), un crecimiento más lento de las exportaciones (5,7 por ciento, desde 7.1 por ciento) y un crecimiento más rápido de las importaciones (4.4 por ciento, desde 3:7 por ciento).

Además afirman que las condiciones económicas en Nicaragua empeoran durante el año «a medida que en la economía global la inflación se desacelera y disminuye los ingresos reales».
El informe de la Unidad Inteligencia contradice las aseveraciones del Banco Central de Nicaragua quien mayo dijo que el Producto Interno Bruto (PIB) subirá entre un 4 % y un 5 % en 2022, el segundo año seguido de crecimiento de la economía después de tres años de cerrar con saldo rojo.
Ortega seguirá en el poder «mientras su salud lo permita»
Por otra parte, el EIU señaló que Ortega seguirá en el poder a través del autoritarismo y «mientras su salud lo permita». También señalan que Laureano Ortega, hijo de la pareja presidencial y que funge como asesor para Inversiones, Comercio y Cooperación Internacional, prepara el camino para ocupar la silla presidencial.
En los últimos años, Laureano Ortega ha sido uno de los hijos de los dictadores de Nicaragua que más ha estado involucrado en asuntos políticos y económicos, más estrechamente relacionado con China y con el «eterno» canal interoceánico, que según expertos fue un fraude.
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En mayo de este año, se conoció a través del diario estadounidense The New York Times que Ortega Murillo buscó dialogar con Estados Unidos, por medio del Departamento de Estado, «poco después de la invasión de Rusia a Ucrania» con el tema clave de «alivio de sanciones para la familia» a cambio de la liberación de los presos políticos de Nicaragua».
«Laureano Ortega, de 40 años, es visto como el hijo predilecto para suceder a su padre, de 76 años, un exlíder revolucionario que, según se dice, tiene problemas de salud», refiere la nota.

Los principales operadores del régimen y varios de los hijos del dictador, incluido Laureano, han sido sancionados por Washington, así como las empresas ligadas a la familia presidencial acusadas de lavar dinero para el régimen.
En cuanto a la crisis que atraviesa Nicaragua, la prestigiada firma afirmó que que aunque haya un nuevo mandatario por parte del FSLN, los conflictos políticos y la «escasa confianza de Estados Unidos» frente a la perspectiva de crecimiento, el país seguirá siendo uno de los más pobres de la región, debido a la crisis política.