La vicepresidenta de Nicaragua, Rosario Murillo, una vez más despotricó contra el Gobierno de Estados Unidos y celebró cuatro años del denominado «Plan limpieza» contra Jinotepe, Carazo, en 2018, cuando paramilitares y la Policía a punta de balas desmontaron las barricadas que pobladores habían montado en forma de protesta contra su régimen.
«¿Quién puede confiar en el imperialismo que ha asesinado y destruido a tantos países y pueblos en el mundo? (…) Ya lo hemos dicho nosotros en gloria y victoria: luchamos contra el yanqui, enemigo de la humanidad, en patria libre donde todos los días afirmando que ni nos vendemos ni nos rendimos jamás», afirmó la portavoz de la dictadura a través de sus medios de propaganda.
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Sacando a relucir su cuestionada fe religiosa, la vicemandataria dijo que su gobierno va hacia adelante porque «Dios es grande, Dios es justo, Dios es misericordioso y sabemos que como pueblo creyente confiamos en Dios y vamos adelante porque tenemos la razón histórica, la dignidad y la soberanía en alto…».
Ese mensaje llega cuando un día antes expulsaron a monjas que se dedicaban a realizar obras de caridad en el país y en medio de una nueva oleada de encarcelamientos contra opositores y periodistas independientes.
Aseguró que su régimen tiene fuerza de espíritu que Dios le da para «caminar trascendiendo todos los improperios, toda la desgracia humana, la miseria humana para caminar venciendo».
Celebra masacre en Jinotepe
En referencia al ataque a Jinotepe, Carazo; el ocho de julio de 2018 y que además las turbas sandinistas atacaron a sacerdotes y defensores de derechos humanos, la vicedictadora recordó que mañana viernes estará «celebrando» cuatro años del ataque ordenado desde la silla presidencial.
«Mañana celebramos el cuarto aniversario allá en Jinotepe, en el departamento de Carazo, de esa derrota; una derrota para siempre, porque no es con sangre, no es con crímenes, no es con destrucción, no es con sufrimiento que se puede avanzar para cumplir con los derechos de un pueblo», recalcó.
«Mañana ocho de julio se cumple un año más del aniversario de la derrota (…) del golpismo terrorista en nuestra Nicaragua; y derrotados siguen porque aquí reina el amor, la concordia, la maternidad, la hermandad, la paz, el bien común», agregó Murillo.
Aseguró que las protestas de 2018 fueron un «diabólico intento» de dominar a su régimen a través del «odio, pero eso no pasó, ni pasará. Ese diabólico intento de dominarnos con odio no llegó a ninguna parte, más bien derrotados siguen. ¡Ni pudieron ni podrán!».
Ataca a sacerdotes
En claro ataque a la Iglesia católica, la coordinadora del consejo de comunicación y ciudadanía dijo que «no es con voces falsas que creen proclamar el nombre de Dios, cuando están asesinado, trancando, secuestrando, destruyendo al país».
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«Creen proclamar desde las falsedades, desde la infamia algo que evidentemente no pudieron ni pueden sostener porque es mentira. Falsos profetas, falsa proclama», mencionó.
También acusó a los líderes religiosos, que fueron atacados por las turbas orteguistas en la Basílica Menor de San Sebastián, en Diriamba, de usar el nombre de Dios en vano.
«Eso es lo que fue y es lo que ha sido, y es lo que han pretendido seguir instalando sin éxito porque nadie cree, porque todos sabemos que la única manera de avanzar es construyendo desde la concordia, los, valores, las indignad de las personas, el país entero, construyendo el porvenir», concluyó.