«Nunca había visto el odio, tan de cerca, ahí habían armas blanca y de fuego, golpes, ofensas, fanáticos paramilitares reconocidos, que azuzaba a la turba “portátil”», así recuerda el padre Edwing Román aquel brutal ataque que sufrieron los obispos y sacerdotes de Nicaragua en la Basílica Menor de San Sebastián, en Diriamba, el nueve de julio de 2018.
El cardenal Leopoldo Brenes y su obispo auxiliar, monseñor Silvio José Báez, el nuncio apostólico en Nicaragua, monseñor Waldemar Stanislaw Sommertag, y sacerdotes de la Arquidiócesis de Managua, llegaron en horas de la mañana de ese lunes, nueve de julio de 2018, al templo con el fin de pedir la liberación de un grupo de personas que estaban refugiadas en ese lugar y el cese de la represión que vivían los opositores en esa localidad, producto de la llamada «Operación Limpieza», que según organismos de derechos humanos dejó 38 asesinados y más de 105 heridos.
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Desde el sector de Las Esquinas, las turbas orteguistas salieron al paso y comenzaron a insultar a los religiosos. «Asesinos» y «no eran sacerdotes, eran delincuentes», fueron partes de las ofensas que le gritaron a los obispos mientras intentaban entrar al templo.
Los religiosos lograron entrar a la iglesia, pero los paramilitares encapuchados en seguida se lanzaron a golpes contra sacerdotes, periodistas y algunos ciudadanos que acompañaban a los líderes religiosos. El obispo auxiliar de Managua, monseñor Silvio José Báez resultó con una herida en el brazo derecho, mientras, los sacerdotes Miguel Mántica y Edwing Román fueron brutalmente golpeados cuando custodiaban la salida de Báez.

En ese momento, el obispo auxiliar manifestó que la agresión sufrida «no es nada para lo que está sufriendo el pueblo de Nicaragua. Los obispos hemos constatado en persona el rostro agresivo, asesino de esas estructuras que están dominando Nicaragua y hoy hemos sido objeto de agresión física y verbal».
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Además, declaró que «hoy más que nunca la Iglesia va a estar al lado del pueblo y de los que no tienen voz y al lado de los que no tienen fuerza para pedir auxilio». A dos años del ataque monseñor Báez desde su cuenta de Twitter colgó un vídeo de más de un minuto que rememora las imágenes que estremecieron a los nicaragüenses.
#Nicaragua. Hoy hace dos años, el 9 de julio de 2018, al día siguiente de la masacre de Carazo, obispos y sacerdotes fuimos agredidos por turbas y paramilitares orteguistas en Diriamba, cuando llegamos para liberar a las personas que se refugiaban en la Basílica San Sebastián. pic.twitter.com/XCDerYT5jm
— Silvio José Báez (@silviojbaez) July 9, 2020
«Hoy hace dos años, el 9 de julio de 2018, al día siguiente de la masacre de Carazo, obispos y sacerdotes fuimos agredidos por turbas y paramilitares orteguistas en Diriamba, cuando llegamos para liberar a las personas que se refugiaban en la Basílica San Sebastián», es el texto que acompaña el vídeo del religioso.
Por su parte, el párroco de la Iglesia San Miguel Arcángel, Edwing Román, afirmó que ese día «los ciudadanos cultos y honestos de Diriamba no estaban ahí, eran amenazados con cárcel si salían a la parroquia».
Nunca había visto el odio, tan de cerca, ahí habían armas blanca y de fuego, golpes, ofensas, fanáticos paramilitares reconocidos, que azuzaba a la turba “portátil”.
Los ciudadanos cultos y honestos de Diriamba no estaban ahí, eran amenazados con cárcel si salian a la Parroquia. https://t.co/330FXS9YuL pic.twitter.com/RC6wPS2QHz— Edwing Román (@EdwingRoman14) July 9, 2020
El cardenal Leopoldo Brenes tuvo que comunicarse con las autoridades del Gobierno Ortega-Murillo para pedirle que detuvieran el ataque en contra de los religiosos. Pasó una hora para que un grupo de policías se hicieran presentes y custodiaran la salida de los obispos y sacerdotes.
Al salir de la Basílica, Brenes decidió que todos regresaran a Managua. En la carretera les esperaba monseñor Rolando Álvarez quien responsabilizó directamente a Daniel Ortega y Rosario Murillo por la violencia desatada contra la Iglesia católica y los llamó a detener la represión y el asedio contra la jerarquía católica.
Al llegar a la Catedral de Managua, todos fueron directos a la capilla del Santísimo, se arrodillaron, lloraron y oraron.
Saña contra periodistas y medios de comunicación
Como parte de las agresiones, los encapuchados orteguistas también robaron varios equipos de prensa a periodistas nacionales y reporteros internacionales, destruyeron cámaras de televisión y golpearon a puñetazos al reportero Jackson Orozco, periodista de 100% Noticias.
Entre los equipos robados destacan la cámara y micrófonos de 100% Noticias, cámaras del corresponsal de AFP, Marvin Resinos; la cámara de vídeo de Confidencial, el equipo de reporteo de Canal 12 y destrucción de la cámara de Canal 23.
La noche oscura….de los ochenta y de esta época….tendrá su fin pero sin dejar a un lado la justicia divina y la humana
Todo el pueblo de Nic. Sabe lo bestias que son estos asesinos Del Carmen y sus seguidores Esperemos la anhelada justicia social vivan nuestros asesinados y secuestrados por la dictadura asesina del Carmen y que todos apoyemos deverdad para que todos apoyemos deverdad para un futuro más próspero y verdadero viva la Iglesia católica y sus obispos morales y seguidores de su pueblo de Nic. Viva el nuevo despertar del pueblo de Nic. El 18 de abril