A un año del encarcelamiento de los dirigentes estudiantiles Lesther Alemán y Max Jerez, recordamos los mensajes que grabaron antes de su detención por parte de la Policía, al servicio de la dictadura Ortega-Murillo. Ambos realizaron un llamado a la población a «continuar» la lucha por la libertad de Nicaragua y de todas las personas presas políticas.
«Si están viendo este video es porque me encuentro detenido por la dictadura o me encuentro incomunicado, engrosando así la larga lista de presos políticos del régimen de Ortega. Este es momento de continuar, la dictadura quiere acabar con la esperanza, debemos seguir juntos esta lucha por la libertad del pueblo nicaragüense», dijo Jerez en el video grabado antes de su aprehensión el cinco de julio de 2021.
Alemán, por su parte, aseguró que no es un traidor a la patria y que nunca he hecho nada en contra de los nicaragüenses. «Tampoco soy culpable de un delito que se me impute, no he recurrido a ninguna estrategia de violencia; tampoco he actuado fuera del marco legal, por ello estoy limpio, me tendrían de adorno en el escenario de la cárcel por el que parece es una guillotina», afirmó Alemán.
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«No caigamos en la desesperanza, en la inmovilización; continuemos juntos organizándonos para derrotar a la dictadura de Daniel Ortega y Rosario Murillo, juntos recobraremos nuestra libertad», añadió Jerez.
Alemán animó a quienes quedaran en libertad que «deben continuar» en la lucha por la democracia. Además, declaró que cree en el proceso electoral como la «salida definitiva» a la grave crisis de derechos humanos en el país.
«Creo también en la convicción que tiene una juventud comprometida a salir de este régimen. Por mí no tienen que detenerse en ese escenario, a demandar la libertad de los que están detenidos. Demandar la libertad por Nicaragua es la prioridad», manifestó Alemán, cuando todavía la dictadura no se había aventurado a aniquilar el partido Ciudadanos por la Libertad, la última alternativa política que quedaba y de la que los líderes universitarios eran aliados e intentaban participar en la contienda, que al final Ortega no quiso arriesgar.
Este cinco de julio, los dirigentes estudiantiles cumplen un año de permanecer en cautiverio en las celdas de la Dirección de Auxilio Judicial (DAJ), conocida como «El Nuevo Chipote», un centro donde son sometidos a torturas, según denuncias de sus familiares.
Los líderes estudiantiles y presos políticos fueron detenidos «arbitrariamente» por la Policía al servicio del régimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo, a cuatro meses de las elecciones presidenciales de noviembre de ese año, comicios no reconocidos por más de 40 países.
Lesther Alemán y Max Jerez fueron condenados a 13 años de cárcel e inhabilitación para ejercer cargos públicos por el supuesto delito de «menoscabo contra la integridad nacional», en un proceso judicial que fue catalogado como «arbitrario» y plagado de irregularidades, de acuerdo con sus abogados defensores.