En el marco de la conmemoración del Día del Orgullo LGBTIQA+, las oficinas de Organización de Naciones Unidas (ONU) Derechos Humanos y la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) expresaron su preocupación por el incremento de las narrativas estigmatizantes de grupos y líderes políticos, comunitarios, religiosos y mediáticos que se traducen en incitación al odio, legitiman la discriminación o incitan a la violencia contra la población LGBTIQ+.
Las organizaciones de derechos humanos explicaron que este tipo de lenguaje generan estereotipos, prejuicios y provocando el acoso contra personas LGBTIQ+ y contra quienes defienden sus derechos, también en periodos electorales y de tensión política, como sucede en Nicaragua, con mayor énfasis desde abril 2018.
«Preocupan los actos de violencia contra las personas defensoras de derechos humanos de la población LGBTIQ+ quienes llegan a ser agredidas, amenazadas, hostigadas, arrestadas y/o detenidas arbitrariamente y quienes están expuestas a campañas de desprestigio. Los altos niveles de impunidad en casos de discriminación y violencia, así como declaraciones discriminatorias proferidas inclusive por autoridades, crean un espacio que propicia que la violencia contra las personas LGBTIQ+ se perpetúe», destacan la ONU y la CIDH.
«Reconocemos la particular vulnerabilidad en la que se encuentran las personas trans, no binarias y de género diverso, y reafirmamos nuestro compromiso de trabajar conjuntamente con los Estados en acciones que propicien el reconocimiento legal de la identidad de género, coherente con los derechos de toda persona a la identidad en un plano de igualdad y no discriminación, así como los derechos a la privacidad, y a la libertad de expresión», añaden.
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Las organizaciones llamaron a los Estados a rechazar públicamente estas narrativas de odio en el discurso público y recordaron que los países están obligados a crear un marco jurídico que prohíba la discriminación hacia cualquier persona.
«Urgimos a los Estados a investigar los hechos de violencia de forma rápida, seria e imparcial, y considerar la orientación sexual, identidad/expresión de género y características sexuales, y las labores de defensa como posibles motivaciones de estos actos», afirman.
Durante los días más álgidos de la crisis sociopolítica que vive Nicaragua desde 2018, el régimen de Daniel Ortega encarceló a personas de la diversidad sexual en las distintas cárceles del país. Las opositoras trans fueron encerradas en centros penitenciarios de hombres y sometidas a diversas torturas como desnudarlas frente a sus compañeros, golpes, malos tratos, sin acceso a medicina ni chequeos médicos.