La comunidad LGBTIQ+ nicaragüense exiliada en Costa Rica, en el marco del día del Orgullo Gay, denunció que este sector de la población es «altamente violentado» tanto en Nicaragua como en el «exilio forzoso». Por lo tanto, demandan el reconocimiento y cumplimiento de sus derechos que históricamente «han sido arrebatados por culpa de sociedades intolerantes».
En conferencia de prensa, el bloque de la diversidad destacó que «por tercer año consecutivo no se podrá conmemorar el día del Orgullo de la diversidad en Nicaragua, debido a la represión, persecución política y violencia que ejerce el gobierno ilegítimo de Ortega-Murillo en contra de las personas de la diversidad sexual».
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Además, señaló que la dictadura de Daniel Ortega ha utilizado la seudolegalidad para cancelar más de 600 oenegés que trabajaban en la defensa de los derechos de la «poblaciones históricamente vulneradas».
«Lesbianas, homosexuales, bisexuales, personas trans y no binarias nicaragüenses en Costa Rica continuamos demandando libertad, justicia, democracia y reconocimiento de nuestros derechos ciudadanos a la sociedad», indicó.

El grupo nicaragüense de la diversidad sexual también denunció que en Nicaragua no hay libertad para «nuestra población y, pronunciarnos en contra de una dictadura trae consecuencias como la represión, la violencia hacia nuestro derecho de movilización y a continuar nuestra lucha en las calles».
«La persecución del régimen dictatorial de Ortega-Murillo ha sido brutal y a causa de esto la discriminación ha aumentado desmedidamente en contra de la ciudadanía», subrayó.
Activistas sociales y políticos nicaragüenses en el exilio también se sumaron a las demandas de la comunidad LGBTIQ+, quienes denunciaron la violencia que sufren los cuerpos disidentes, como el caso de Denis Madriz y Ezequiel Mendoza; asesinados en 2018 en Nicaragua.

Asimismo, demandaron justicia por «Kendra Contreras, socialmente conocida como Lala, mujer trans asesinada en el 2021 y el crimen de odio en contra de Genaro ocurrido en el 2022 en Costa Rica» y exigieron la libertad inmediata e incondicional de los presos políticos «Nahum Olivas, Yader Parajón, Muamar Vado y las más de 190 personas que el régimen Ortega-Murillo mantiene secuestradas y privadas de su libertad por razones políticas».
«Hoy elevamos la voz por quienes ya no están, por quienes buscan justicia para la víctima de odio, por eso marchamos exigiendo ya no más asesinatos, ya no más crímenes de odio. Demandamos igualdad de derecho, libertad para todas las personas presas políticas, libertad para Nicaragua y retorno seguro para todes les exiliades», concluyó la comunidad LBTIQ+ exiliada en Costa Rica.