El cronista deportivo y preso político Miguel Mendoza Urbina cumple un año de estar encarcelado en la Dirección de Auxilio Judicial (DAJ) conocida como «El Nuevo Chipote», en Managua.
En entrevista con Artículo 66, Margin Pozo, compañera de vida del reo de conciencia, expresó que estos 365 días han sido difíciles y llenos de incertidumbres, angustias y dolor. «Para la niña —Alejandra Mendoza, de ocho años— es muy difícil, porque lleva un año de no poder verlo ni abrazarlo. En un año solo ocho veces he podido verlo».
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Resaltó que estos 12 meses cautivo en las celdas del régimen han sido injustos, porque «Miguel fue sentenciado a nueve años de prisión sin cometer algún delito, solamente por expresarse libremente, por ejercer el periodismo».
Pozo denunció también que en este año las situaciones siguen siendo las mismas tanto para Mendoza como para los otros presos políticos encerrados en «El Chipote». «Pasó casi un año en una celda de castigo, en un lugar donde casi no le entraba iluminación, y actualmente no lo sacan a tomar sol», reprochó.
«La condiciones siguen siendo inhumanas, la alimentación no es la educada ni la ideal para un paciente crónico como él. No le permiten lectura. Un año sin poder leer nada, ni siquiera le permiten la Biblia; tampoco el ingreso de una colcha para protegerse del frío…». agregó.
Hija de Mendoza: «Seré la única niña en el aula de clase que no va a tener papá el Día del padre»
La pequeña hija de Miguel Mendoza también cumple un año sin poder verlo; y son dos años de no poder celebrarle el Día del Padre, ya que a dos días (21 de junio del 2021) del 23 de junio, la Policía secuestró al cronista deportivo.
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«Un año tiene la niña sin poder escucharlo, más que por los vídeos publicados por Miguel, pero no ha tenido una mínima comunicación, ni una llamada telefónica. Ya viene el Día del Padre, ella ha trabajado un detalle en el colegio para su papá», recordó.
«La niña me decía que será la única niña en el aula de clase que no va a tener papá. Me decía: yo quiero ver a m papá porque necesito abrazarlo, decirle que lo amo, que lo extraño. ¿Por qué a mí no me permiten verlo? Si yo tengo derecho», relató la también periodista.
Miguel realizará ayuno
En cuanto a la fe religiosa de Miguel Mendoza, Margin Pozo afirmó que es admirable la fe y la fortaleza del periodista, porque «estando en condiciones donde no podés ver a tu familia, sino hasta cuando autorizan, cualquiera se deprime».
«Yo admiro la calidad de Miguel como periodista, como ser humano, la fortaleza y su fe en Dios; su fe está intacta; y realmente ha sido Dios que le ha dado esa fortaleza y las ganas de seguir viviendo, de seguir con la esperanza de que va a salir en algún momento. Sin duda Dios es el motor principal en la vida de él y en la de nosotras».
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A un año del arresto arbitrario, Mendoza realiza un ayuno que «se lo ofrece a Dios, confiando en el Señor que su libertad está cerca. La fe Miguel no la pierde, ni nosotros como su familia», infirmó la compañera de vida del rehén político.
Pozo, quien ha tenido que ser padre y madre para su hija, debido al encierro que vive Mendoza, afirmó con aplomo que su fe está puesta en Dios «y yo siempre lo he compartido en mis redes sociales que nuestra fe está puesta en Dios y Dios es juez por excelencia y confiamos que va a salir, porque Miguel es inocente».
La detención arbitraria de Mendoza
La noche del 21 de junio de 2021, el periodista deportivo fue detenido por la Policía al servicio el régimen de Daniel Ortega. Para capturarlo, allanaron su vivienda donde se encontraba su pequeña hija y su compañera de vida, Margin Pozo.
La justicia de la dictadura declaró culpable al periodista por el delito de «conspiración para cometer menoscabo a la integridad nacional», de conformidad con la controversial Ley 1055. Fue condenado a nueve años de prisión. Además, fue inhabilitado para ejercer cargos públicos.
Mendoza es uno de los 46 opositores detenidos en 2021, meses antes de las elecciones generales de noviembre, en las que Daniel Ortega se entronizó en el poder en su cuarto mandato consecutivo desde que retornó a la Presidencia en 2007.
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En los últimos años, el cronista deportivo empleaba sus redes sociales para opinar sobre las violaciones a los derechos humanos. Entre las principales pruebas que presentó el Ministerio Público para que el Poder Judicial lo declarara culpable figuran al menos 30 publicaciones de Twitter y Facebook que Mendoza compartió en contra de la dictadura de Ortega.
«Nunca nos imaginamos que Miguel —Mendoza— fuera apresado, porque nunca ha cometido ningún delito. Miguel nunca imaginó que sus publicaciones en redes sociales causaran tanta molestia al punto de ser detenido, es por eso que como familia seguiremos demandando su libertad», afirmó su compañera de vida, quien asegura que su mayor deseo es que el preso político vuelva a casa con su familia.