El cronista deportivo y actual preso político de la dictadura, Miguel Mendoza cumplió este 19 de abril 52 años de edad, sin embargo a diferencia de otras ocasiones, su familia, esposa e hija no pudieron darle un abrazo de felicitaciones debido a que el régimen de Ortega lo mantiene preso en las celdas de la Dirección de Auxilio Judicial (DAJ), en Managua.
En un entrevista con Artículo 66, Margin Pozo, compañera de vida de Mendoza, compartió que es un «día especial, pero a la vez triste», porque no podrán celebrar el cumpleaños del cronista deportivo y opositor al gobierno orteguista.
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«Todos los años él (Mendoza) los celebraba en familia (…) Para nosotros es y ha sido doloroso desde que amaneció; saber que Miguel está en cuatro paredes en condiciones terribles, sobre todo por la incomunicación, ya que se encuentra en una celda totalmente sellada», señaló Pozo.
«Duele saber cómo está Miguel, pagando por un delito que no ha cometido, porque la libertad de expresión es un derecho; él es un periodista. Nosotros estamos tristes por no poder compartir este día, ni siquiera decirle: ´Dios te bendiga´, porque no le puedes decir feliz cumpleaños porque no es un feliz cumpleaños estando en ese lugar», agregó apesarada.
La también periodista enfatizó que es doloroso no poder decirle a Mendoza lo especial que es para su familia, «y que hoy más que nunca lo tenemos en nuestra mente y en nuestro corazón».
«La última vez que lo vi le dije que hoy íbamos a estar pensando en él (…) Sé que él está allí recordando a toda su familia, a todos sus amigos, porque todos acostumbraban felicitarlo, pero que triste que pasen los cumpleaños de él y el de la niña (hija de Miguel) y no poder compartir, no poder estrecharnos las manos o darnos un abrazo», lamentó.
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En cuanto a una posibilidad de que el régimen permitiera que los familiares de Miguel Mendoza pudieran hoy visitarlo por ser el día de su cumpleaños, Pozo dijo que «deseáramos compartir con él hoy o por lo menos dejarle algo distinto o algún presente para que sepa que estamos allí, pero no está permitido».
Su hija lamenta no poder estar con él
La pequeña Alejandra, hija del reo político, este martes se levantó desde muy temprano y recordó que hoy era el cumpleaños de su papá y lamentó no poder abrazarlo y pasar con él. «Desde ayer me estaba diciendo que hoy es el cumpleaños de su padre y me dijo: ´mi papá está de cumpleaños, la va a pasar solito, no vamos a poder felicitarlo´», recordó Pozo las palabras de su hija.
«Mi corazón está triste porque no le voy a poder decir que lo quiero mucho, que lo amo, que lo extraño. Yo he pedido muchas veces ver a mi papá y no me escuchan, yo quiero verlo, ¿por qué no me dejan verlo?, si yo tengo derecho a verlo», le cuestionó Alejandra a su mamá.
«Ya son 10 meses que mi hija no ve a su papá; para ella un cumpleaños es especial, sufre por la ausencia de su papá, y se que hoy que regrese a casa me va a decir que está triste y eso a cualquiera se le hace el corazón chiquito, que una niña de ocho años pida ver a su padre, pero no se le sea permitido» complementó Pozo.
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Mendoza está cautivo desde el 21 de junio de 2021 cuando se encontraba afuera de su vivienda. Un día después de su detención agentes policiales allanaron su vivienda. Según su esposa lo único que pudieron llevarse ese día fueron los celulares y una cámara (dañada) que el reo político tenía de recuerdo desde hace siete años.
«Miguel Mendoza es inocente. Lo estamos esperando; confiamos en Dios y en sus promesas, la palabra de Dios es perfecta y creemos en la justicia divina. Seguimos orando y confiando en su libertad», concluyó confiada Pozo.
El pasado 16 de febrero la dictadura de Ortega condenó a nueve años de cárcel a Mendoza. También fue inhabilitado durante ese mismo periodo para ejercer cargos públicos.
El comunicador fue acusado por el supuesto delito de provocación, proposición y conspiración para cometer menoscabo a la Integridad nacional, en perjuicio del Estado de Nicaragua y de la sociedad nicaragüense, de conformidad a la Ley 1055, Ley de Soberanía.
Hasta antes de su secuestro, Mendoza se había convertido en uno de los personajes más seguidos en redes sociales en Nicaragua por su postura crítica contra el régimen de Ortega y sus acciones represivas contra manifestantes y opositores. Fue encarcelado por ejercer su derecho a expresarse.