Se cumplen cuatro años del asesinato impune en contra de Marcelo de Jesús Mayorga López, conocido como «el hombre de la tiradora», ultimado de un disparo de fusil AKA en su cabeza.
El hecho ocurrió el 19 de junio del 2018, cuando Mayorga trataba de protegerse de los disparos por parte de policías y paramilitares, en el sector del barrio San Jerónimo, de la cuidad de Masaya, en el denominado «plan limpieza», ordenado por el régimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo.
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Al momento del asesinato, Mayorga tenía en su mano izquierda una tiradora, su única arma con la que se defendía de los ataques de la dictadura orteguista al pueblo de Masaya, que se había protegido con barricadas durante tres meses ante los constantes ataques de los agentes del régimen.
«Marcelo solo andaba una tiradora y una mochila con libros, porque él decía que esos libros podían protegerlo de una bala. No tenía ninguna otra arma que su tiradora, pero al gobierno no le importó y me lo mató, me quitó a mi vida, el sustento de mis hijos», dijo en su momento a Artículo 66, Auxiliadora Cardoze, esposa del opositor.
En imágenes se logró observar cómo la esposa de Mayorga levantaba un pesado carretón, propiedad de la Alcaldía de Masaya y trasladaba el cuerpo sin vida de su esposo hacia su casa.

Hasta el momento el asesinato del «hombre de la tiradora» al igual que los otros 36 ciudadanos muertos en Masaya en las protestas sociales del 2018 sigue en la impunidad.
Mayorga, quien tenía 40 años cuando fue asesinado, procreó dos hijos con Auxiliadora Cardoze, con quien convivió 20 años, Marcelo de Jesús y Ricardo Armando. Ambos recuerdan a su padre como un hombre «extraordinario» con el que podían contar en cualquier momento.
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Artículo 66 intentó comunicarse con los familiares de Marcelo Mayorga para saber cómo reciben este nuevo año de impunidad , sin embargo no respondieron las llamadas telefónicas.
Actualmente la dictadura de Ortega mantiene en las diferentes cárceles de Nicaragua a más de 180 presos políticos a los que acusa de delitos comunes o «traición a la patria», sin embargo ninguno de los asesinos de opositores en las protestas del 2018 ha sido judicializado.