Este martes se cumplen cuatro años del asesinato impune en contra de Sandor Dolmus, un adolescente de 15 años y originario del departamento de León, quien recibió un balazo en las protestas sociales de 2018.
«Aún no hay culpables, no sé ha hecho justicia ya que estos asesinos niegan las más 560 muertes de jóvenes que perdieron la vida a inició de las protestas en contra de estos asesinos hoy más que nunca rezamos por las almas de estos jóvenes para que el Señor les conceda el descanso eterno Sandor Dolmus presente, Presente», destaca una publicación en el perfil de Facebook Sandor Dolmus de este 14 de junio.
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Otro de los jóvenes asesinados hace cuatro años es el joven Ezequiel Mendoza Lira, de 22 años, originario de Tipitapa e integrante del Movimiento 19 de Abril de ese municipio.
Durante una marcha, el 30 de mayo en Costa Rica, Martha Lira, madre del joven tipitapeño pidió a la comunidad internacional que presione para que los crímenes de lesa humanidad en Nicaragua «no queden en la impunidad».
«A nuestros hijos los asesinaron por salir a marchar, solo por levantar una bandera, es por eso que pedimos ayuda para esclarecer los casos de todos los jóvenes que fueron asesinados», agregó.
Madres obligadas al exilio
Pese a que sus familiares han demandado justicia, el régimen de Daniel Ortega ha respondido con represión y asedio en su contra, obligándolos al exilio.
En abril de este año, Ivania Dolmus, madre del adolescente monaguillo, tuvo que exiliarse en Costa Rica, debido al constante asedio y persecución que sufría por parte de paramilitares y la Policía orteguista.
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En entrevista con el medio digital Nicaragua Actual, la madre de la víctima de la dictadura relató que se exilió porque ya no soportaba el asedio de los policías que llegan a su casa de dos a tres veces por semana.
«La madre del niño asesinado relató que es lo más horrible vivir bajo asedio, porque ya no es sólo en su vivienda sino también hasta en el trabajo que ella podía conseguir, ahí llegaban los policías a asediarla como si tal fuera una delincuente, razón por la cual ha perdido su trabajo», informó el medio de comunicación.
Tras los asesinatos impunes durante las protestas sociales en Nicaragua, Susana López, integrante de la Asociación Madres de Abril (Ama), que también vive un exilio, dijo a Artículo 66 que seguirán exigiendo justicia por todos los crímenes de lesa humanidad cometidos por Ortega.
«Vamos a seguir firmes, porque es injusto que asesinaron a jóvenes inocentes los que protestaban únicamente por querer un cambio en Nicaragua», declaró.
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«Como madre nos toca salir del país para resguardar nuestras vidas porque —la dictadura de Ortega— nos quiere callar a través de la cárcel. Hoy mi hijo también mi hijo cumple 47 meses de asesinos mi hijo —Gerald Vásquez—, su arseniato no puede quedar en el olvido», afirmó.
Según organismos de derechos humanos, más de 300 ciudadanos fueron asesinados durante las protestas sociales del 2018. Hasta la fecha hay más de 180 presos políticos, pero ni uno de los asesinos de los opositores fueron ha sido procesados.
