La Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), mediante su informe anual, denunció la situación de violación a los derechos elementales de los nicaragüenses, bajo la «sistematización de la represión» impuesta por el régimen de Daniel Ortega. La organización defensora asegura que la dictadura ha implementado el «ejercicio abusivo del poder y (el) quebrantamiento del Estado de Derecho».
«La CIDH toma nota y lamenta profundamente la posición del Estado de Nicaragua respecto del presente informe, el cual fue aprobado en su versión final el 12 de diciembre de 2021. La CIDH reitera que el pleno respeto de los derechos humanos constituye una garantía fundamental de las sociedades democráticas y, además, subraya la importancia de facilitar el efectivo escrutinio internacional en la materia para promover su observancia plena, conforme a las obligaciones internacionales contraídas de manera voluntaria por el Estado nicaragüense», refiere el organismo en su informe.
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Denuncian que en Nicaragua no existe una separación de poderes. «Las distintas funciones del Estado no corresponden a órganos separados, independientes y equilibrados entre sí. Todos los poderes están alineados y dirigidos por el Ejecutivo, por lo que no representan límites para el ejercicio del poder ni impiden las arbitrariedades; por el contrario, las facilitan o consolidan», refiere la organización internacional.

Señala que en el país centroamericano «operó un proceso paulatino de concentración del poder y un progresivo debilitamiento de las instituciones democráticas que se intensificó en el año 2007 al asumir Daniel Ortega su segundo mandato como Presidente de la República, y que se consolidó a partir de la grave crisis de derechos humanos iniciada en abril de 2018».
Hasta la fecha, la justicia orteguista mantiene cautivos a más de 180 personas presas por razones políticas, 35 de ellos están en la Dirección de Auxilio Judicial en Managua. Sus familias han denunciado que muchos presentan complicaciones médicas.
Nicaragua es catalogado ante la mayoría de países de la región como «un ejemplo antidemocrático», razón por la que Ortega fue excluido de la IX Cumbre de las Américas, reunión que se realiza en Estados Unidos y en la que se discuten los temas de interés democrático. También fueron excluidos los regímenes de Cuba y Venezuela.
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La institución se encuentra preocupada por «que la concentración del poder facilitó que Nicaragua se transforme en un estado policial, donde el Poder Ejecutivo tiene instalado un régimen de supresión de todas las libertades, mediante el control y vigilancia de la ciudadanía y la represión a través de las instituciones de seguridad estatales y paraestatales avalado por los demás poderes del Estado».