Por medio de un comunicado, el Consejo Episcopal Latinoamericano y Caribeño (Celam) se solidarizó «ante la difícil situación sociopolítica que atraviesa el pueblo nicaragüense y que impacta la vida pastoral y la integridad de varios miembros de la Iglesia católica», luego de la embestida del régimen contra los religiosos.
«De manera especial, nos solidarizamos con Monseñor Rolando Álvarez, Obispo de la Diócesis de Matagalpa y Administrador Apostólico de la Diócesis de Estelí, quien ha denunciado situaciones de persecución y hostigamiento por parte de algunos miembros de la fuerza pública», refiere el documento del organismo.
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Demandan al régimen de Ortega «que se respete la integridad y la libertad de los miembros de la Iglesia católica, apelando al camino de diálogo y no violencia para garantizar la paz y la fraternidad». Frente a la misión de los lideres católicos, agradecieron por la «labor profética de los pastores junto a su grey en defensa de la verdad y del bien común, denunciando las injusticias y anunciando la buena nueva del Evangelio».
En su arremetida contra la Iglesia católica, el régimen orientó sacar de las cableras del país al Canal 51, Canal Católico, propiedad de la Conferencia Episcopal de Nicaragua y que es administrado por monseñor Álvarez. Además, mantuvo días de asedio en contra de los jerarcas religiosos de Masaya y Matagalpa.
Los obispos de Honduras, Costa Rica y Panamá también emitieron un comunicado de solidaridad con la Iglesia nicaragüense, reconociendo y valorando «el testimonio de fidelidad y perseverancia de la Iglesia que peregrina en Nicaragua, especialmente sus pastores: obispos y sacerdotes», refiere el documento emitido el 26 de mayo.
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Cabe señalar que dentro del Episcopado de Honduras se encuentra el cardenal Óscar Andrés Rodríguez Maradiaga, actual arzobispo de Tegucigalpa; y uno de los más estrechos colaboradores del papa Francisco.
Los religiosos de honduras cerraron su mensaje rogando a la Virgen María, en su advocación de la Purísima, para que vuelvan «la armonía y el diálogo en todo el pueblo nicaragüense, superando las diferencias que puedan comprometer la paz y la fraternidad entre todos».