La vicemandataria del régimen de Nicaragua, Rosario Murillo, nuevamente aprovechó su acostumbrada comunicación telefónica con medios oficialistas para atacar a la oposición y líderes religiosos manifestando que viven en un mundo de «fantasías y mentiras, por eso ya nadie les cree».
«El daño se lo hacen aquellos que se creen poderosos por distintas circunstancias así mismos y labran caminos de miseria humana, por encima de esa miseria humana no han aprendido a vivir creando a vivir trascendiendo y vivir siendo leales a la patria bendita, a Jesucristo y a nuestro pueblo glorioso de Nicaragua», dijo la vocera gubernamental.
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Continuó añadiendo que los opositores son «aquellos que se mueren en un mundo de fantasía, provocando, pero ya sabemos que la mentira no llega largo y sabemos que el daño se lo hace uno mismo cuando quiere dañar a los demás, por eso decimos que Cristo Jesús mandató amor al prójimo. Algunos creen que el odio puede sustentarlos o definirlos como líder, ¿Cuáles líderes?, el liderazgo tiene que tener sus cimientos en la verdad».
Recientemente, Murillo también profirió amenazas para «cualquiera que se atreva a intentar destruir la paz que tenemos, alterar la paz que nos ha costado tanto». «A todos les decimos “recuerden a Sandino”. Eso tiene que ser memoria para los invasores, agresores, los injerencistas, los que se creen dueños del mundo, tiene que ser memoria imborrable para que no intenten otra vez, para que no salgan otra vez derrotados», advirtió.
La pareja presidencial ha dirigido ataques en contra de la Iglesia católica luego de que la Comisión de Justicia y Asuntos Jurídicos en conjunto con la Comisión de la Paz, Defensa, Gobernación y Derechos Humanos presentaran un informe final sobre el análisis de las normas jurídicas penales en el que pidieron juzgar a los líderes religiosos y confiscar sus bienes por haber auxiliado a las víctimas de la represión de 2018, a quienes el régimen llama «terroristas».
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El documento fue aprobado por los diputados sandinistas en la Asamblea Nacional con 77 votos a favor, 11 en contra, cero abstenciones y tres presentes. Hasta el momento el informe no ha sido convertido en Ley.
Monseñor Rolando Álvarez dijo esta mañana en entrevista con Artículo 66 que esta situación «ya es una persecución evidente, aunque a ellos no le gusta que hablen de persecución, pero es lo que están realizando, hostigamiento, coacción, intimidación. Pueden pretender que uno se intimide, que la Iglesia deje de hablar, que nosotros los sacerdotes dejemos de anunciar la esperanza y denunciar la injusticia y estas dos cosas son importantes».
