La vicepresidenta de Nicaragua, Rosario Murillo, lanzó virulentos ataques contra la oposición y la ciudadanía que protestó en abril 2018 y los Estados Unidos. En su monólogo, difundido en los medios de propaganda de su familia, la también vocera de la dictadura dijo que en el país: «sabemos resistir, sabemos vencer, sabemos expulsar y derrotar a los invasores, a los que hieren nuestro honor y esa dignidad que tenemos en alto. Conciencia de honor, de honra», señaló en el Día de la Dignidad Nacional.
En esta fecha se conmemora el día que el General Sandino se negó a firmar el Pacto del Espino Negro, no aceptó entregar sus armas al ejército invasor, y junto a su Ejército Defensor de la Soberanía Nacional combatió a las tropas interventoras.
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«Los pueblos vamos luchando y vamos venciendo en estos tiempos duros, complicados, conflictivos que vive la humanidad cuando vemos tantas voces disonantes, equivocadas, tantos que se creen poderosos ¿y quién es poderoso en este plano de vida? Poderoso es Cristo que nos anima en este plano de vida a amarnos lo unos a los otros, no a destruirnos», aseveró la vicepresidenta, misma que ha impulsado una intensa campaña de odio y represión contra cualquier opositor que se ha atrevido a desafiar a su dictadura.
«No somos esclavos de nadie, tiempos duros los que vivimos. Tanta voz equivocada, tanto desacierto, tanta ignorancia, tanto creer en la potencia del ser humano que avasalla, que amenaza, que destruye, eso no es aceptable», expresó.
En su afán por atacar, cada vez que puede, a los Estados Unidos, su principal socio comercial, señaló que los nicaragüenses «debemos seguir aprendiendo a convivir en concordia, sin imposiciones, sin acciones terroristas, sin servidumbre a amos extranjeros que a lo largo de nuestra historia nos han querido dominar; sin siervos ni esclavos».
«Aquí han salido derrotados, que lo recuerden, que no lo intenten jamás. Esta es una patria libre, digna, soberana y de paz, de concordia, de familia, de comunidad y ahí vamos adelante», amenazó con su acostumbrada verborrea.
Murillo también profirió amenazas para «cualquiera que se atreva a intentar destruir la paz que tenemos, alterar la paz que nos ha costado tanto». «A todos les decimos “recuerden a Sandino”. Eso tiene que ser memoria para los invasores, agresores, los injerencistas, los que se creen dueños del mundo, tiene que ser memoria imborrable para que no intenten otra vez, para que no salgan otra vez derrotados», advirtió.