El exembajador ante la Organización de Estados Americanos (OEA) Arturo McFields señaló, a través de su cuenta de Twitter, que con el reciente «asalto» a la sede diplomática del organismo regional, ya son tres ocasiones que la dictadura de Daniel Ortega realiza una acción similar.
«Por tercera ocasión la dictadura de #Nicaragua asalta a una sede diplomática. Todo parece indicar que la comunidad internacional no dejará que se normalice esta práctica unilateral, violenta e ilegal», señaló el exdiplomático.
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Recordó que en octubre 2009, Daniel Ortega ordenó atacar la sede de la embajada de los Estados Unidos, «ustedes lo recuerdan, fueron una serie de personas afines al gobierno y animadas por el gobierno».
«Luego en diciembre del 2021, vimos lo que sucedió con la embajada de Taiwán que fue confiscada y entregada a China y luego en abril del 2022 estamos viendo otro ataque a una sede diplomática, violentando la Convención de Viena en su artículo 22 y la misma carta de la OEA en su artículo 143, a parte de eso están los acuerdos suscritos por el Estado de Nicaragua en los años 1949-1961 y 1989», subrayó el experiodista.
McFields dejó la interrogante si el nuevo ataque a una sede diplomática por parte de Ortega quedará impune, «¿va a ser una práctica común en la dictadura hacia los funcionarios diplomáticos que están en Nicaragua?».
«Asalto a la OEA puede ser llevado a la CIJ»
Indicó además que se prevé que el asalto a la sede de la OEA puede ser elevado con «más fuerza» a un tribunal superior como la Corte Internacional de Justicia en La Haya.
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«Podría la OEA a como dijeron el miércoles pasado, darle seguimiento al tema y sacar algo más que una resolución sin dientes y sin uñas», remarcó McFields.
Además cuestionó si la acción del régimen tendría un impacto en el Banco Interamericano de Desarrollo, donde Estados Unidos tiene el liderazgo principal, «eso estaría por verse, lo que sí se ha planteado en diversos sectores es que el tema de los ataques a las sedes diplomáticas no va a ser visto como algo normal».
«Ya lo manifestó la Unión Europea, lo manifestó Estados Unidos y las diversas delegaciones que componen la OEA, que este caso no va a ser igual, sin embargo, los nicaragüenses ya hemos probado desde hace mucho tiempo lo que es ser agredido, lo que es ser amenazado, asesinado y confiscado y ahora está tocando con mayor frecuencia a las sedes diplomáticas», concluyó.
OEA obligada a desocupar edificio confiscado
El pasado 28 de abril, la dictadura de Daniel Ortega informó, a través de la Procuraduría General de la República (PGR), que tras la expropiación de las oficinas de la Organización de los Estados Americanos (OEA), ubicadas en Managua, ha procedido a entregar «formalmente» a sus funcionarios administrativos el mobiliario, equipos, archivos y otras pertenencias que estuvieron bajo “resguardo policial” desde el pasado 24 de abril.
A través de una virulenta nota de prensa, la PGR manifestó que como hicieron constar a través de fotografías, videos y expedientes, «estas pertenencias no han sido, ni usadas, ni violentadas por nadie».
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Desde tempranas horas, los funcionarios de la OEA utilizaron dos camiones y camionetas para trasladar equipos, muebles y documentos de su oficina bajo la vigilancia de decenas de agentes policiales, que desde el domingo tienen tomadas las instalaciones.
Más temprano, el régimen orteguista, a través de una carta, exigió a los oficiales administrativos de la sede en Managua del organismo que desocupen «inmediatamente» el edificio donde estaban instaladas las oficinas.
Las acciones contra la OEA han sido repudiadas por la comunidad internacional. La Unión Europea (UE) manifestó que «deplora» la confiscación de facto de las instalaciones, documentos y bienes de la sede de la Organización de Estados Americanos (OEA) en Nicaragua, la cual fue declarada de «utilidad pública» por la administración de Daniel Ortega, donde pretende montar un «Museo de la Infamia».