El escritor nicaragüense Sergio Ramírez aseguró que la «absoluta concentración del poder» ya es una debilidad para la administración de Daniel Ortega, y que con su ambición lo está llevando a «cavar» su propia tumba.
El escritor y disidente sandinista, durante el acto de clausura del XVIII Festival Internacional de Poesía en GranadaEspaña, sostuvo que «cuando alguien tiene todo el poder del mundo y todavía quieres más y más poder, va cavando su propia sepultura».
«Ya no hay espacio en Nicaragua para nada», lamentó Ramírez, en referencia a los miles de nicaragüenses que se han visto obligados a exiliarse por la represión y la persecución política que mantiene Ortega contra quienes se oponen a su régimen.
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Ramírez destacó como parte de la debilidad de la dictadura Ortega-Murillo «el hecho de que los músicos estén siendo expulsados, que los poetas tengan que vivir en el exilio, el hecho de que tantos miles de nicaragüenses se estén yendo, que no haya ningún periódico libre dentro del país. El único periódico escrito se dejó de publicar, porque está ocupado militarmente, es el diario La Prensa y los periodistas están haciendo su trabajo desde el exilio o en la clandestinidad en Nicaragua».
Advirtió que «vendrá una segunda ola de resistencia y esto no durará para siempre. Tengo la esperanza de que Nicaragua va a encontrar el camino de la libertad, de la democracia y de la convivencia que tanto hemos buscado en la historia».
Sergio Ramírez resaltó que existe una disputa alrededor de la memoria en Nicaragua; debido a que el régimen de Ortega pretende contar «cómo fueron los hechos» a su manera, respecto a la revolución de 1979.
«Nicaragua es un país sumamente joven, el 70 % de la población tiene menos de 30 años, entonces la revolución, la dictadura de Somoza es sumamente lejana. (…) Se ha perdido la memoria o más bien hay una disputa de propaganda alrededor de la memoria», puntualizó.
La dictadura de Ortega-Murillo, a través de las entidades educativas del país, ha «adoctrinado» o «enseñado» la historia desde su perspectiva, con el objetivo de intentar endiosar al régimen ante las nuevas generaciones.