El Colectivo de Derechos Humanos Nicaragua Nunca Más denunció la «actual ola represiva» del régimen Ortega-Murillo y «las detenciones arbitrarias e inconstitucionales» de músicos en el marco del cuarto aniversario de la rebelión cívica, iniciada en abril.
«De acuerdo a información pública, varias viviendas, en diferentes departamentos de Nicaragua, el 11 y 12 de abril en curso, fueron allanadas con uso y abuso de la fuerza, en perjuicio de derechos fundamentales a la libertad, seguridad e integridad personal», denunció la organización defensora de derechos humanos, mediante un comunicado emitido este miércoles 13.
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Destacan la captura «arbitraria e inconstitucional» en contra de Josué Monroy, integrante de la banda Monroy y Surmanage; Leonardo Canales, director de La Antesala; Xóchitl Tapia y Salvador Espinoza, de Saxo Producciones. «A las 4 personas se les priva de su libertad sin razón jurídica constitucional y a todos se les viola su derecho humano a la libertad, presunción de inocencia, seguridad e integridad personal; así como el derecho al arte, el canto y la música», señala el organismo.
Añade que «abril de 2018 fue y es una voz poderosa de todo un pueblo que también se hizo canción, poesía, literatura en libertad, por eso no se olvida. La nueva ola de represión confirma la legítima rebelión frente a la tiranía y la opresión». A su vez, el Colectivo Nicaragua Nunca Más demanda que los músicos encarcelados bajo este contexto sean puestos en libertad.
De igual manera, el observatorio independiente Monitoreo Azul y Blanco informó que, entre el lunes 11 y el martes 12 de abril, lo operadores del régimen han efectuado siete hostigamientos, seis detenciones, 11 allanamientos, cuatro amenazas y un incidente de judicialización.
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Estas acciones represivas surgen luego que la vicepresidenta de Nicaragua, Rosario Murillo, utilizara sus extensas y repetidas alocuciones en sus medios de comunicación para despotricar contra los opositores y afirmar que «este mes es dedicado a la paz y que nunca se volverán a repetir hechos diabólicos».
Además, la portavoz de la dictadura orteguista ha arremetido contra la Iglesia católica, los periodistas independientes, opositores y el Gobierno de Estados Unidos; hasta ha trastocado el himno Nacional de Nicaragua para atacar a los nicaragüenses.
En una búsqueda por borrar la memoria histórica de los sucesos de abril, la vocera del régimen asegura que en los próximos días, en la víspera del cuatro aniversario de la rebelión cívica del pueblo nicaragüense, van a celebrar las «victorias de la paz, la victoria sobre el mal».