El régimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo ha arreciado su persecución contra voces críticas en el marco del cuarto aniversario de las protestas cívicas de abril en Nicaragua. Solo el Lunes Santo y Martes Santo se contabilizan 29 incidentes relacionados a violaciones de derechos humanos, confirmó el grupo multidisciplinario Monitoreo Azul y Blanco.
La plataforma indica que, entre el lunes 11 y el martes 12 de abril, lo operadores del régimen han efectuado siete hostigamientos, seis detenciones, 11 allanamientos, cuatro amenazas y un incidente de judicialización.
Los hechos se han registrado en ocho departamentos (Carazo, León, Masaya, Madriz, Managua, Matagalpa, Nueva Segovia, Rivas) y el Caribe Sur nicaragüense.
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Detalla que los hostigamientos van dirigidos hacia organizaciones políticas, personas excarceladas políticas y familiares de víctimas de abril -primeros asesinados durante la represión de 2018-.
También registran los allanamientos y detenciones de cuatro músicos, ejecutados el martes 12; y el arresto arbitrario de un familiar de persona excarcelada. Los allanamientos también fueron perpetrados en contra de familiares de víctimas de abril y opositores.
Además, reportan las amenazas y judicialización en contra de integrantes de organizaciones políticas, excarcelados políticos e integrantes de bandas musicales.
El aumento de incidentes coincide con el reforzamiento del discurso de odio de la vocera Rosario Murillo contra opositores, prensa independiente e Iglesia católica del país. Murillo ha jurado «ni perdón ni olvido» sobre los acontecimientos de abril de 2018 en Nicaragua, al tiempo que reclama la fecha para celebrar los resultados del plan gubernamental que acabó con más de 300 vidas, en su mayoría jóvenes, según organismos humanitarios nacionales e internacionales.