Son 21 presos políticos que superan los 60 años en las celdas de Nicaragua. La dictadura se ha ensañado para disminuir la salud de los adultos mayores opositores que ha detenido. Sus familiares demandan su liberación inmediata para que reciban la atención necesaria en sus viviendas.
La mayoría de las personas de la lista de reos de mayor edad presenta diversos problemas de salud, necesitan atención médica y sus medicamentos; incluso algunos tendrían una alimentación especial por las complicaciones en su estado físico como la desnutrición por la mala alimentación y afecciones intestinales por el tipo de comida que reciben.
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La presa política Violeta Granera Padilla ha presentado serios problemas de salud, según sus familiares, el estado de la opositora «continúa en deterioro porque las condiciones en las que se encuentra no han cambiado. Se ve golpeada, incluso de la parte anímica, nos comentó que están llegando al límite», conoció Artículo 66.
«Continúa con sus problemas dentales, eso le impide comer de manera normal. El cuerpo tiene un límite y esperamos que mi mamá no llegue a eso. Duerme en una cama de concreto, está la luz 24 horas encendida, no recibe la luz del sol, no tiene contacto humano más que con su compañera de celda», reveló su hijo Julio Sandino a Artículo 66.
El hijo de Granera Padilla manifestó que la liberación de las personas detenidas «no es político, es humanitario. No tiene sentido que estén pasando por ese calvario. El tema político sobrepasó cualquier plática. Estamos pidiendo al régimen que toque esa fibra humana y que la situación no pase a algo peor», enfatizó.
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El preso político Irving Larios padece de hipertensión y ácido úrico, por el momento ha recibido la atención médica y medicina necesaria para tratar sus enfermedades, aunque los que lo atienden son jóvenes recién graduados y no especialistas. Ha perdido más de 30 libras de peso y su salud es «estable» comentaron fuentes anónimas a este medio de comunicación.
El abogado defensor Noel Alonzo Cano reiteró a la jueza Karen Chavarría, titular del Juzgado Noveno de Distrito Penal de Audiencias de Managua, que el preso político Edgard Parrales muestra diversas afectaciones en su salud, las cuales son de su conocimiento por escritos anteriores que le han presentado, acompañados de las constancias médicas respectivas.
Parrales «requiere de atención médica especializada, exámenes médicos específicos y una dieta balanceada para evitar complicaciones digestivas y sumado a ella la edad de mi representado de más de 80 años, requiere sin duda un trato carcelario más humano», señaló el abogado.
Alonzo Cano advierte que su cuadro de afectaciones bajo las actuales condiciones podría desembocar en «grave lesión a la integridad física y hasta la pérdida de la vida» de Edgard Parrales.
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El reciente escrito, enviado a la jueza el 18 de febrero del año en curso, detalla que Parrales presenta hemicolectomía izquierda y colecistectomía, portador de síndrome de colon irritable patrón de estreñimiento, diverticulosis, hernia post incisional y dislipidemia; asimismo, requiere el uso permanente de auxiliar auditivo y está padeciendo síndrome urinario bajo con urgencia urinaria y en ocasiones incontinencia.
Cruz, Pallais y Aguirre Sacasa, enviados a sus viviendas
Los presos políticos Arturo Cruz, Francisco Aguirre Sacasa y José Pallais fueron enviados a «detención domiciliaria» con custodia policial, informó la noche del 18 de febrero el Ministerio Público. Los tres opositores presentan un grave deterioro en su salud después de más de ocho meses en prisión. Los reos de conciencia estaban cautivos en la Dirección de Auxilio Judicial (DAJ), conocida como «El Chipote.
La decisión del régimen se da después que el pasado 12 de febrero falleció bajo custodia del régimen el exguerrillero y preso político Hugo Torres. Pasó ocho meses detenido, seis de ellos bajo condiciones inhumanas en las celdas de «El Chipote», sus últimos dos meses de vida estuvo internado en un hospital de Managua donde finalmente murió.
¿Qué dice la Ley?
La Ley 720, Ley de Adulto Mayor, y el Código Procesal Penal (CPP) protegen a las personas de 60 años a más. Según las leyes de la República, deberían ser beneficiados con el régimen de casa por cárcel o arresto domiciliar cuando se realiza el proceso judicial o cuando haya sentencia firme.
El inciso 13 de la Ley 720, Ley del Adulto Mayor señala que, a los mayores de 60 años se le garantice ante los jueces o tribunales competentes «un proceso sencillo, con prelación, celeridad, gratuidad e inmediatez, con las debidas garantías procesales, que le ampare contra actos que violen o puedan violar sus derechos humanos y libertades fundamentales».
El Código Procesal Penal (CPP) de Nicaragua explica que la sustitución de prisión preventiva por domiciliaria debe ser decidida por el juez que conoce de la causa, pero estos responden a los intereses de la pareja dictatorial.
«El juez puede sustituir la prisión preventiva por prisión domiciliaria, entre otros casos, cuando se trate de: Mujeres en los tres últimos meses de embarazo; madres durante la lactancia de sus hijos hasta los seis meses posteriores al nacimiento o personas valetudinarias o afectadas por una enfermedad en fase terminal debidamente comprobada», detalla la normativa.
El reo de conciencia de mayor edad es el analista político y exembajador Edgard Parrales con 79 años; le sigue el excanciller Francisco Aguirre Sacasa de 77; el exembajador de Nicaragua ante la OEA Mauricio Díaz de 71; la excandidata a vicepresidenta Violeta Granera Padilla con 71 años; el periodista y político opositor Pedro Joaquín Chamorro Barrios de 70 años, entre otros.
La mayoría de las personas de la lista de reos de mayor edad presentan diversos problemas de salud, necesitan atención médica y sus medicamentos; incluso algunos presos políticos tendrían una alimentación especial por las complicaciones en su estado físico como la desnutrición por la mala alimentación y afecciones intestinales por el tipo de comida que reciben.