Pobladores de San José de Cusmapa, del departamento de Madriz, están las instalaciones de la Fundación Padre Rafael María Fabretto, para evitar que sea ocupado por el Ministerio de Educación (Mined), luego que pasara a manos del Estado, tras ser cancelada la personalidad jurídica de esa entidad, el dos de febrero, por orden del Ejecutivo.
Según información brindada a Artículo 66, los pobladores de los sectores aledaños llegaron en horas de la mañana de este viernes, 11 de febrero, luego de conocer que la Policía se tomaría el lugar.
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Por su parte, las autoridades policiales enviaron a dos patrullas con agentes de la Dirección de Operaciones Especiales Policiales (DOEP) para asediar el lugar. «Hasta el momento la Policía se mantiene afuera del centro, y los más de 200 pobladores están adentro», dijo una fuente en condición de anonimato.
«Los ciudadanos afirman que se van a mantener permanentemente hasta que lleguen las autoridades del Ministerio de Educación, que posiblemente sea el próximo lunes, 14 de febrero, porque este lugar le corresponde al pueblo», detalló la fuente consultada.
En un vídeo, los ciudadanos caminaban por las instalaciones del recinto, asegurando que no tienen miedo por el asedio policial. «¡Que viva el padre Fabretto! ¡Cristo reine siempre siempre. Siempre de corazón!», exclaman.
Radio Corporación aseveró que las autoridades locales dieron como plazo 72 horas para que el centro sea desocupado, el cual vence el próximo sábado, 12 de este mes.
Desde su fundación, la Familia Padre Fabretto, con presencia en los departamentos de Nueva Segovia, Madriz, Estelí, Chinandega, Managua, Masaya, Granada y Costa Caribe Sur, se dedica a apoyar a personas de escasos recursos.
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«En esta fundación comían niños pobres de las 29 comunidades de Cusmapa, comían ancianos, se les ayudaba a jóvenes de escasos recursos. Muchos jóvenes se graduaron recibiendo becas completas de esta fundación, pero ahora que se les quitó la personalidad jurídica todos quedan en el aire», lamentó uno de los ciudadanos.
Revanchismo contra la Diócesis de Estelí y la Iglesia católica
La relación del régimen con la Iglesia católica se vio fracturada cuando los obispos de la Conferencia Episcopal de Nicaragua (CEN) mediaron un fallido Diálogo Nacional en 2018.
Ortega acusó a los obispos de «golpistas» porque le «leyeron la cartilla», una hoja de ruta que proponía la renuncia del caudillo sandinista y la celebración de nuevas elecciones presidenciales como salida a la crisis sociopolítica.
En la crisis de abril los sacerdotes defendieron a la ciudadanía que protestó, abrieron los templos como refugios a los heridos, algunos religiosos fueron vapuleados por las turbas y otro tanto salió al exilio. Varias capillas e iglesias han sido profanadas y algunas, como la iglesia de la Divina Misericordia, aún conservan en sus fachadas las balas de los ataques perpetrados por adeptos al sandinismo.
Al cierre de esta nota, los pobladores informaron que el ambiente continuaba tenso porque había más presencia policial, sin embargo, por el momento no hay amenazas de violencia por parte de los agentes del régimen de Nicaragua.