La Asamblea del régimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo canceló la personalidad jurídica de un grupo de universidades privadas y otras ligadas a la Iglesia católica. La propuesta fue aprobada con 75 votos de los diputados orteguistas, 15 presentes y cero votos en contra.
Franya Urey Blandón, responsable del Departamento de Registro y Control de Asociaciones civiles sin Fines de Lucro del Ministerio de Gobernación (Migob), hizo la solicitud de cancelación al presidente de la Asamblea Nacional, Gustavo Porras, sancionado por Estados Unidos y la Unión Europea.
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Las universidades afectadas por esta medida del régimen son: Universidad Católica Agropecuaria del Trópico Seco (Ucatse), Universidad Politécnica de Nicaragua (Upoli), Asociación Instituto Agropecuario de la Diócesis de Estelí, Asociación de colegios parroquiales de la Diócesis de Estelí, Cáritas diocesana de Estelí, Familia Padre Fabretto.
La lista la completan la Asociación Comisión de Justicia de la Diócesis de Estelí, Asociación Centro Cultural del Norte de la Diócesis de Estelí, Fundación Michelangelo Foundation, Asociación Pro Desarrollo de Estelí, Asociación de fomento creación de Graduados, Asociación de Estudios Humanitarios (UNEH), Asociación Popular Nicaragüense (UPONIC) y la Asociación Universidad Paulo Freire (UPF).
Según la propuesta de cancelación discutida y aprobada este dos de febrero, las organizaciones no cumplieron con la entrega de los informes financieros al Departamento de Registro y Control de Asociaciones civiles sin Fines de Lucro, lo cual «promueve la falta de transparencia en la administración de los fondos».
La Upoli fue uno de los bastiones de la revuelta cívica de 2018, desde el 19 de abril fue tomada por los estudiantes como símbolo de protesta por la reforma al seguro social aprobada por la dictadura Ortega-Murillo. Los jóvenes repelieron los ataques de paramilitares y policías que intentaron sofocar la manifestación a sangre y fuego.
Varios atrincherados fueron asesinados en las barricadas en los diferentes ataques conjuntos de fuerzas policiales afines a la dictadura de Daniel Ortega y Rosario Murillo.
El revanchismo contra la Diócesis de Estelí y la Iglesia católica
La relación del régimen con la Iglesia católica se vio fracturada cuando los obispos de la Conferencia Episcopal de Nicaragua (CEN) mediaron un fallido Diálogo Nacional en 2018.
Ortega acusó a los obispos de «golpistas» porque le «leyeron la cartilla», una hoja de ruta que proponía la renuncia del caudillo sandinista y la celebración de nuevas elecciones presidenciales como salida a la crisis sociopolítica.
El obispo emérito de Estelí, monseñor Abelardo Mata, es uno de los sacerdotes más críticos de la dictadura Ortega-Murillo. Hoy el régimen decidió «pasarle la factura» y cancelar la personalidad jurídica a un grupo de ONG pertenecientes a esta diócesis, entre ellas Cáritas Diocesanas, el brazo social de la Iglesia en ese departamento.
En la crisis de abril los sacerdotes defendieron a la ciudadanía que protestó, abrieron los templos como refugios a los heridos, algunos religiosos fueron vapuleados por las turbas y otro tanto salió al exilio. Varias capillas e iglesias han sido profanadas y algunas, como la iglesia de la Divina Misericordia, aún conservan en sus fachadas las balas de los ataques perpetrados por adeptos al sandinismo.
Los sacerdotes también han sido blancos de virulentos ataques de Rosario Murillo en sus monólogos diarios. Esos mensajes de odio luego son replicados en redes sociales por sus grupos de troles que intentan posicionarse en el entorno digital.