Los familiares de la presa política Violeta Granera aseguran que se encuentra muy afectada física y emocionalmente. La opositora del régimen Ortega-Murillo se encuentra recluida en la Dirección de Auxilio Judicial, conocida como «El Nuevo Chipote», en donde recibe tratos inhumanos desde su detención.
Entre el 21 y el 23 de enero varios presos políticos de la dictadura pudieron ser visitados por quinta vez en más de 200 días recluidos. Granera se encontró con su hijo, quien mediante un comunicado de prensa denunció que «sus problemas dentales continúan, y aún no ha sido atendida por un dentista. Esto continúa afectando su capacidad para alimentarse, ya que únicamente puede utilizar sus dientes delanteros. El mes pasado tuvo una infección en sus encías y nos preocupa que pueda volver a tenerla y continúe perdiendo peso».
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Afirma que «el azúcar le ha subido en varias ocasiones debido a la mala alimentación, ya que ella debería seguir una dieta estricta pero no se nos ha permitido que como familiares podamos garantizarle una dieta balanceada». Granera es una de las presas políticas con enfermedades avanzadas debido a su mayoría de edad.
El estado emocional de la dirigente de la Unidad Nacional Azul y Blanco (Unab) es también de mucha preocupación para sus familiares, quienes sostienen que desde la última visita el 31 de diciembre de 2021, la han encontrado muy desanimada debido a las torturas psicológicas y tratos humillantes a los que ha sido sometida desde su encarcelamiento.
Manifiestan que «se encuentra en un estado emocional muy alarmante. Comparando su estado desde la última visita el 31 diciembre 2021, el cambio en su estado de ánimo se ha deteriorado rápidamente, esto es debido a las torturas psicológicas y el trato humillante al que ha sido sometida desde su injusto encierro».
Durante esa visita especial su hijo pudo constatar que Granera perdió dos piezas dentales, sigue muy delgada, Actualmente, pesa 130 libras. Aseguran que la alimentación que recibe es mala, en especial, porque su situación de salud demanda una dieta balanceada. Terminarse lo que le sirven le lleva hasta dos horas debido a sus problemas dentales.
«Los interrogatorios continúan diariamente, las luces de su celda encendidas las 24 horas del día, les prohíben cualquier tipo de comunicación con personas de otras celdas, no tiene acceso a ningún material de lectura, entre otras formas de tortura», denuncian sus familiares.
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Los hijos de la opositora y activista detallaron que los problemas de ansiedad de Granera han aumentado en los últimos días ante la incertidumbre de saber si su madre, la señora Violeta Padilla, de 95 años fallezca sin ser informada. «Hemos notado que su nivel de ansiedad al no tener noticias de su familia se ha acrecentado, ya que se encuentran totalmente aislados del mundo exterior. Cuando logramos visitarla, lo primero que hace es preguntar si hay malas noticias, con temor de que le digamos que falleció su mamá, nuestra abuela», afirman.
Ante la gravedad del estado de salud de Granera, sus familiares exigen a la dictadura que «sea aplicada la medida de arresto domiciliario en su condición de persona valetudinaria y adulta mayor, tal como lo establece el Artículo 176 acápite 3 del Código Procesal Penal Vigente», finaliza el comunicado, en donde también solicitan a la Cruz Roja Internacional gestionar el ingreso a las celdas de tortura para constatar el estado de salud de los presos políticos.
A su vez piden que le sean respetados sus derechos humanos al igual que a los más de 170 presos políticos del régimen quienes se encuentran en pésimas condiciones desde su encierro debido a los tratos inhumanos que reciben.